Fichas sobre daniel cosió villegas

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS

COLEGÍO DE HISTORIA

RAMÍREZ CUÉLLAR HÉCTOR

NUEVA ESPAÑA 1

DRA. MARIA LETICIA PEREZ PUENTE

Hernández, Jorge F.La soledad del silencio. Microhistoria del Santuario de Atotonilco. México, Universidad de Guanajuato, Fondo de Cultura Económica, 1991. 181 pp.

Capítulo I Tres espacios, tres entradas. p. 26-63En esta obra, Jorge Hernández hace referencia a los ritos religiosos de las comunidades Chichimecas que habitaron la zona norte de Mesoaménca. Recupera datos de cronistas abajeños como Hernando deVargas, en quien se apoya para afirmar que los Chichimecas que ocuparon las serranías del Bajío solían realizar sacrificios dedicados a sus dioses sahumerios en los que se desangraban al herirse enbrazos, orejas y piernas, ofrecían ofrendas de copal y algodón, y se bañaban a media noche "para purificarse de sus culpa". Jorge Hernández busca que lo anterior adquiera mayor fuerza con la declaraciónde Luís Felipe Nerí de Alfaro, que al respecto escribe que estos grupos de "hebreos desconocidos buscaban lugares frondosos en las soledades para ejecutar con más libertad sus idolatrías, torpezas yabominaciones". Con los datos obtenidos, Hernández concluye que los grupos Chichimecas reconocieron los manantiales de Atotonilco como "geomedicinales" y curativos, cuyas propiedades los atrajeron;además, fueron lugares "paradisiacos de descanso y purificación" y centros ceremoniales de adoración dado que no construían templos como los del Valle de Anáhuac.

Coincidimos con el autor en que losgrupos prehispánicos fueron atraídos por los manantiales de agua, pues habitaban un lugar desértico. Sin embargo, dudamos que conceptos como culpas y purificación existieran entre personas que acudíana los manantiales para cubrir necesidades básicas, como beber agua, asearse, alimentar a sus rebaños y, posiblemente, guardar un poco de ello para llevarla a sus viajes. No conocemos un estudio que...