Fideicomiso
Todos los estudios que se han efectuado encuentran al fideicomiso a fines de la República y comienzos del
Imperio Romano.
En sus inicios estuvo circunscrito a los actos sucesorios y tuvo un carácter personal, adquiriendo la naturaleza
de derecho real a partir de Justiniano. Posteriormente se extiende a los actos bilaterales y concretamente, a la contratación. Por consiguiente se puede afirmar que el fideicomiso tiene su origen en el Derecho Romano,
puesto que le dio la normatividad y la legalidad correspondiente, y sobre todo que vino a solucionar varios de
los problemas jurídicos que se presentaban en esa época.
La historia del fideicomiso tiene más de dos mil años de existencia, tanto así que ya desde la época del
Imperio Romano se realizaban estos contratos. Cabe mencionar que en su origen fue utilizada con el objeto de soslayar trabas legales que impedían darle a determinados bienes cierto destino.
La base sobre la que se fundamentó desde el origen fue la confianza que el transmitente de un bien
depositaba en el adquirente. La transferencia se realizaba en propiedad, teniendo el adquirente las facultades
derivadas de su condición de dueño de la cosa de acuerdo con las instrucciones del transmitente. Frente al
amplio poder jurídico que el transmitente daba al adquirente, éste se comprometía a usar ese poder en lo
preciso dentro de los límites impuestos por el fin restringido acordado, al cual se apuntaba, respetando la
voluntad de aquél.
Con el correr del tiempo y en atención a los abusos en que incurría el adquirente al no respetar los encargos
fiduciarios, se fue limitando su potestad sobre los bienes trasmitidos, manteniendo su condición de titular
jurídico pero con poderes recortados por la normativa jurídica y por...
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