FIDES CHRISTI

TEMA IV: FIDES CHRISTI
Hans Urs Von Baltasar, Sponsa Verbi II
Ediciones Encuentro, Madrid 201, pp.47-65

1. FE BÍBLICA INTEGRAL
Comencemos con algunas consideraciones bíblicas de índole completamente apriorística por el momento. Si es verdad que el concepto de fe, tomado en su comprensión plena, expresa (en medida creciente hasta llegar a los Profetas, especialmente Isaías) la actitudadecuada del pueblo elegido y, en él, del individuo para con el Dios de la Alianza, más aún —pues el término hebreo «fe». encierra en sí más matices que el término griego—, co-implica también, como presupuesto y modelo a imitar, la actitud fiel de Dios para con el hombre, no puede sino ocurrir, a priori, que Jesús —del que hablan la Ley y los Profetas, y al que se referían siempre (Jn 5,46; Lc 24,44),y con el cual mantienen un diálogo decisivo (Mt 17,3), y a la espera del cual vivieron por la fe todos los creyentes del Antiguo Testamento (Hb 11)— realice y manifieste de manera perfecta en su vida la actitud exigida por Dios Padre al hombre.
Para comprender bien esto es preciso establecer a renglón seguido una distinción entre el concepto de fe del Antiguo y del Nuevo Testamento. En suconocido libro «Dos modos de fe», Martin Buber ha opuesto irreconciliablemente entre sí estos dos conceptos: en tanto la fe veterotestamentaria sería una actitud integral del hombre para con Dios —actitud que implicaría los elementos de la fidelidad personal, de la entrega absoluta, de la paciencia que espera y persevera, de la confianza osada, que salta por encima de todas las consideraciones y temoresterrenos, y, en esto, también el elemento de tener por verdadero y exacto todo lo que Dios dice sobre sí mismo, todo lo que Dios hace y promete—, la fe neotestamentaria sería, por el contrario, la aceptación de un hecho histórico atestiguado por hombres, a saber: que Jesús de Nazaret es el Cristo, el Mesías, el Redentor del mundo e Hijo de Dios; sería, pues, en su esencia, una «fe dogmática», un«creer que». Si esta contraposición fuera exacta, la fe neotestamentaria no podría ser entonces, en ningún caso, consumación de la fe veterotestamentaria, sino sólo su sustitución por algo nuevo.
Pero si, hablando desde el punto de vista de la teología cristiana, la Nueva Alianza es consumación de la Antigua, entonces ha de ser posible mostrar que la fe de Alianza que se da en la Nueva Alianzaconsuma asimismo la fe de Alianza que se daba en la Antigua Alianza. También esto es, por el momento, un postulado apriorístico de la teología cristiana, pero no es difícil hacerlo ver gráficamente. Pues el Dios al que el creyente de la Antigua Alianza se entrega con toda su existencia es el Dios cuya Palabra operante se ha atestiguado en la historia del Pueblo (y, luego, del mundo en general) comoacción poderosa, como milagro, como ley y mandamiento, como promesa. En estas modalidades, Dios se hace presente al hombre como el Dios que se le acerca y está junto a él con fidelidad. En consecuencia, para el hombre del Antiguo Testamento significa lo mismo decir que cree a Dios o que cree a su palabra, a su mandamiento, a su promesa. Pero una vez que la Palabra de Dios se ha hecho carne, y que,como Palabra de poder, de manda miento y de promesa, se ha revestido con la figura de un destino histórico humano — qué próximo estaba ya este revestimiento en la historia del pueblo judío—, la captación por el creyente de esta nueva y última revelación de la fidelidad divina a la Alianza no es un modo cambiado de la misma fe, sino sencillamente esta misma.
La apariencia de una desviación nace dedos motivos. En primer lugar, de que, en la Nueva Alianza, el anuncio de la encarnación de la Palabra de Dios en Jesús se presenta primero como un kerigma predicado por hombres, por testigos oculares de la resurrección de Jesús —kerigma que se dirige a personas ignorantes, las cuales tienen que creer a los predicadores lo que éstos dicen—, para captar después, en un segundo momento (el cual...