Fides et ratio
En esta monografía tratamos el tema de Fides et ratio (La fe y la razón), carta escrita por Juan Pablo II dirigida a obispos y fieles católicos en donde presenta las relaciones entre las ciencia filosófica y la teológica.
Fides et ratio: “La fe y la razón son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad”. El hombre desde tiemposremotos busca llegar a la verdad: “El hombre cuanto más conoce la realidad y el mundo y más se conoce a sí mismo en su unicidad, le resulta más urgente el interrogante sobre el sentido de las cosas y sobre su propia existencia”.
La Iglesia para que el hombre llegue a la verdad absoluta y responda sus interrogantes utiliza la filosofía como camino a la comprensión ya que es una ayuda indispensablepara profundizar la inteligencia de la fe y comunicar la verdad de la palabra Dios.
CAPITULO I – LA REVELACION DE LA SABIDURIA DE DIOS
El primer capítulo, titulado “La revelación de la Sabiduría de Dios”, se desdobla en dos apartados. Al primero se lo llama “Jesús revela al Padre”, donde se pone en evidencia que el conocimiento que la Iglesia propone al hombre no proviene de su propiaespeculación, sino de la fe en la palabra de Dios. El desea darse a conocer para salvación de la humanidad.
Así, distingue: la verdad a través de la reflexión filosófica y la verdad que proviene de la revelación. Distintos entre sí, no solo por sus principios sino también por sus objetos. El primero conoce por razón natural, el segundo por fe divina. Luego de esto, el Papa reafirma la superioridad de laRevelación Divina, ya que Dios reconoce en el mensaje de la salvación la « plenitud de gracia y de verdad » que Dios ha querido revelar, por medio de su Hijo Jesucristo; descubre el misterio de la existencia del hombre. Existencia y Revelación que se insertan en el tiempo y la historia. Tiempo que da lugar a la creación, la salvación y encarnación del Hijo de Dios; e historia, el lugar donde podemosconstatar la acción de Dios a favor de la humanidad.
Dios habló a nuestros padres en distintas ocasiones y de muchas maneras por los profetas. En esta etapa final nos ha hablado por el Hijo, él envió a su Hijo para que habitara entre los hombres y les contara la intimidad de Dios. Jesucristo, Palabra hecha carne, envío del espíritu de la verdad. Así, La Iglesia camina a través de los siglos haciala plenitud de la verdad, hasta que se cumplan en ella plenamente las palabras de Dios.
Para finalizar, nos dice que la verdad expresada en la revelación de Cristo se abre a todo hombre y mujer que quiera acogerla como palabra válida para dar sentido a la existencia.
El segundo apartado, llamado “La razón ante el misterio”, reconoce que la verdad ofrecida al hombre y que Dios no puede exigir,se inserta en el horizonte de la comunicación interpersonal e impulsa a la razón a abrirse a la misma y a acoger su sentido profundo.
No hay que olvidar que la Revelación está llena de misterio y sólo la fe permite penetrar en el misterio, y de esta manera favorecer su comprensión. La fe es la respuesta de obediencia a Dios: desde la fe el hombre da su asentimiento a ese testimonio divino, porqueDios mismo es su garante.
Aunque sabemos que conocimiento de fe no anula el misterio, lo hace más evidente y lo manifiesta como hecho esencial para la vida del hombre.
Por último, concluye que la verdad que la Revelación nos hace conocer no es el fruto maduro o el punto culminante de un pensamiento elaborado por la razón, sino que genera pensamiento y está reservada a los que creen en Dios olo buscan con corazón sincero.
CAPITULO II
El segundo capítulo titulado “Credo ut intelligam”, se afirma que la fe no interviene en contra de la razón, sino a favor, orientándola, situándola en un horizonte más amplio. No hay motivo alguno para separar una de la otra, ya que el hombre con la luz de la razón sabe reconocer su camino, pero lo puede recorrer de forma libre y sin obstáculos si...
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