Fiebre cauchera
Fue el peruano Julio César Arana del Águila, llamado el “Barón del caucho”, quien dominó y controló cerca de 6’000,000 de Hectáreas que tenía de concesión,territorio olvidado por los propios peruanos, ni Colombia conocía esos territorios ya que eran inaccesibles y su ingreso se hacía surcando el río Putumayo por el puerto de Iquitos. Tal valorizacióngeneró, a este empresario un espíritu aventurero que lo llevó a recorrer los más peligrosos y olvidados parajes amazónicos en busca de aquel árbol de la fortuna.
La explotación del caucho, tambiénllamado “jebe” o shiringa por los nativos de la selva, tomó importancia a finales del siglo XIX y significó el despertar de ciudades amazónicas como Iquitos en Perú (en 1851 era un modesto pueblo depescadores con menos de 200 personas convirtiéndose, en 1900, en una pujante ciudad de 20 mil habitantes) o Manaos en Brasil.
La demanda del comercio internacional impulsó la extracción de esterecurso natural que trajo importantes beneficios al tesoro público entre 1882 y 1912. Un nuevo mito de “El Dorado” se elaboraba en la selva, aunque para las poblaciones de aborígenes representó la quiebrade su organización social, de su vida económica y de sus creencias. Esto sin contar el problema demográfico. De esta forma se escribía una nueva página del eterno choque entre las necesidades de...
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