FIGURAS DE LO INFANTIL

FIGURAS DE LO INFANTIL - L. de Lajonquiere
Prólogo
La infancia es cosa de adultos, una especie de saludable invención. Por otro lado, no existe la desaparición de la infancia, sino la renuncia adulta a intervenir en la educación de los niños.
Educación es el nombre de la operación milenaria que conecta a los viejos con los nuevos. Sin esa relación, no hay humanidad. Por lo tanto educar no esestimular ni desarrollar; mucho menos estimular o desarrollar la conciencia crítica.
Es imposible saber de antemano cuales son los efectos de la intervención educativa. Para que la educación tenga lugar es necesario perder algo: a diferencia del adiestrador de animales que procura no perder la cabeza en la jaula, el padre y el maestro deben estar dispuestos a perderla de entrada.
Cap. 1: Viejosniños, nuevos infanticidios
En los últimos años ha cobrado relevancia la idea de que la infancia estaría en vías de extinción, porque los niños estarían llegando al mundo ya grandes. Esto lleva a pensar que habría que “adaptar” y “modernizar” nuestra forma de recibirlos en el mundo, esto es, su propia educación. Por otro lado, damos por descontado que ahora, por fin, “amamos a nuestros niños “(lespedimos sus opiniones, los hacemos partícipes, etc.) .
Pensamos que la infancia y su tiempo varían por dos razones:
-que la infancia está en vías de extinción o que es más corta para los niños diferentes de hoy.
-que los niños pueden quedar desprovistos de infancia si son objeto de una “mala educación” (maltratos, abusos, faltas de respeto)
Oscilamos entre dos posturas, en principio,contradictorias. El ideario actual sobre el fin de la infancia expresa un deseo bifásico como todo deseo: deseamos tanto el fin de la infancia como su perpetuidad. Ambas posturas corresponden a una misma ilusión: un niño natural por fuera de los tiempos, “El-Niño”.
Creemos que la historia se da en una línea evolutiva desde la oscura tolerancia del infanticidio medieval hasta el reconocimiento legal de losllamados intereses de El-Niño, gracias al amor iluminado por saberes especializados. No poner en duda tal evolución es indicativo de que algo no anda bien en nuestro mundo cotidiano. Entonces, ni evolución ni degradación en la serie de los tiempos: se trata de figuras históricas de vida, que siempre dicen algo acerca de la forma en que soñamos la relación de constante amodio (amor-odio)con los niños,productos de ese malentendido que habita la vida sexual adulta.
Esto no quiere decir que todo termine siendo siempre lo mismo. Hay una característica de los tiempos actuales y es que nos consideramos “esclarecidos” respecto al tema de la infancia, por haber promulgado leyes que garanticen, por ejemplo, el derecho de los niños a los juegos. Una suerte de conformismo espiritual, que rechaza la ideade un infanticidio que aún está presente entre nosotros: un infanticidio simbólico.
La insistencia actual en una bondad adulta promotora de un sinnúmero de derechos de El-Niño, lejos de indicar un reconocimiento de la necesaria implicación adulta en la vida común con los niños, indica por el contrario, la negativa adulta a mantener abierto el interrogante “¿cómo llegar a estar seguros de algo yhablar de eso con un niño?”. Interrogante que instala la imposibilidad de una proporción entre los viejos y los pequeños.
Hoy no se quiere saber nada con respecto a la falta de proporción entre las generaciones y entre los sexos. Nos negamos a dar testimonio sobre ellas y a la educación, entonces, le sale el tiro por la culata.
Cap. 2: La infancia es uno de los nombres de nuestra extranjeridad.La infancia es una invención social, con una fecha de aparición más o menos precisas. Entre los niños y la infancia no hay una relación natural y dada para siempre. Los niños niegan poseer un saber sobre la infancia, se lo atribuyen al adulto. Ningún niño posee una infancia, pues sólo un adulto puede tener una infancia, en tanto que infancia perdida.
El psicoanálisis subvierte el paradigma de...