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Un caminante entró en un mesón de Castilblanco, cerca de la ciudad de Sevilla. No traía criado. Entró rápido, puesto que estaba cerca de sufrir un desmayo, a lo que los huéspedes le socorrieron.Cuando volvió en si, pidió un aposento en el que, a ser posible, estuviera solo, y como tan solo quedaba una habitación con dos camas, pagó ambas para que, viniera quien viniera, no se la dieran y pudiesecumplir su objetivo. Tras cerrar la puerta, los dueños del mesón y algún cotillo más se juntaron, ya que el muchacho era bellísimo. Resolvieron que el extraño muchacho tendría alrededor de diez yseis años. Apareció entonces otro muchacho algo más mayor que el primero, y pidió una habitación. La huésped le puso al corriente de lo que allí pasaba, y con ayuda del alguacil convencieron al muchachoencerrado de que el segundo pudiera dormir ahí, mas no se dejó ver el rostro. A la noche, el primer muchacho empezó a llorar de desamores, y resultó ser una mujer. La mujer disfrazada de hombre lecontó al otro muchacho el por qué hizo lo que hizo, y esto fue escaparse de su casa para buscar a su esposo, puesto que éste poco después de la boda había desaparecido sin decir a dónde ni cuándovolverá, ni en realidad nada. A la mañana siguiente al fin se vieron las caras, y resultó que la mujer era Teodosia, y el hombre su hermano, don Rafael. Se abrazaron al descubrirlo, y partieron en busca deMarco Antonio, el esposo de Teodosia, el cual se había ido sin mediar palabra. Teodosia se cambió el nombre por Teodoro, para que no la reconociesen y tuviese un nombre. Buscaron pistas, y éstas lesllevaron a pensar que Marco Antonio se encontraba en Barcelona, y hacia allí partieron. De camino a Barcelona, pasando por un bosque se encontraron con un grupo de hombres que habían sido atacados porbandoleros y que habían sido atadas a árboles. Uno de los muchachos, de unos diez y seis años, les llamó la atención por su belleza. Teodosia (disfrazada aún de Teodoro) le desató. El muchacho le dio...