filosofando
Las normas y leyes, escritas ono escritas, deberían proteger a las personas como si fuéramos todas iguales, para que podamos ser todas diferentes.
Me sorprende que existan leyes en las que se nombre siquiera que pueda haberpersonas que sean hombres o mujeres, de unas u otras razas o religiones. Las leyes no deberían nunca describir a las personas, sino solamente deberían describir sus situaciones. Si una persona esmaltratada por otra, no importa su color o sexo. Si una persona se encuentra en una situación económica en la que se siente obligada a robar, importa la cantidad de bienes que tiene, o la cantidad ycircunstancias de las personas que pueda tener a su cargo, pero no importa su sexo o sus ideas políticas. (Esto puede tener y tiene truco, si las leyes describen con mucha precisión la situación de unaspersonas concretas a las que quiere beneficiar o perjudicar).
En realidad creo que esas leyes son el reflejo escrito de una realidad, con unas normas no escritas, y muestran el grave cáncer que sufrenuestra sociedad.
Todos somos diferentes. Diferentes en muchas cosas, en muchos ámbitos. Por algún extraño motivo nos empeñamos en agruparnos y clasificarnos por semejanzas. Nos metemos en el grupo de“los hombres”, o en el de “las mujeres”. Nos metemos en el grupo de “los de izquierdas”, o en el de “los de derechas”. Nos metemos en el grupo de “los del Barça”, o en el de “los del Madrid”. Nos metemosen el grupo de “los moros” o en el de “los cristianos”, “windows” o “Linux”, “feos” o “guapos”, “ricos” o “pobres”… Y así, grupo por grupo, pasamos a formar parte de una especie de pequeños clanes quea veces somos capaces de defender a capa y espada (fanatismos).
¡Qué bueno sería si nos sintiéramos a gusto entrando a formar parte de grupos en los que las demás personas fueran diferentes!...
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