Filosofia Latinoamericana Y Rodolfo Kusch. Filosofia Del Tango

SEMINARIO COLECTIVO: El pensar latinoamericano contemporáneo y los movimientos sociales: alternativa geocultural frente a la dinámica globalizante
GONZÁLEZ, Matías Nicolás
DNI 28.322.551
2º cuatrimestre 2012
gokelimon@hotmail.com
SEGUNDO PROTOCOLO

¿Vanguardia Analfabeta?
Identidades locales, identidades heredadas; para un Arte Americano,
un Arte monstruoso
Acercamientos a la Estéticade Kusch

El presente trabajo va a abordar cierta problemática estética, actual y local; problemática desde y para americanos (no solamente); problemática de un devenir constante entre un no-origen ficcional (impuesto, artificial) y un posible futuro a expandir (ya no impuesto desde las premisas del no-origen ficcional); problemática de un arte verdadero, confesionario; Arte local (ya nomimético de modelos europeos, pero tal vez tampoco de pueblos originarios autóctonos).

- Merodeando el Barrio Latino
Kusch se pregunta por la posibilidad de un Arte Americano, por su status o condición. Pero no se trataría de repetir esquemas, ideas o paradigmas artísticos europeos, heredados, sino de un arte auténticamente americano. Pero, ¿Qué hacer con nuestro status de culturaheredada? ¿O nuestros orígenes culturales son los primeros habitantes locales, aquellos originarios autóctonos? ¿Tenemos lazos comunicantes con ese pasado primigenio? ¿Somos una mera copia imperfecta (nosotros, los americanos del presente) de aquella cultura europea heredada con los colonizadores? De este modo, la pregunta sobre el Arte Americano es a la vez, la pregunta por la identidad local; lahistoria americana.
En esta búsqueda, Kusch afirma que el arte no es un juego, sino que el Gran Arte es una confesión de la verdad, de todo lo bueno y malo, de todo lo agradable y desagradable; un arte develador y, sobre todo, in-confortable. Un Arte Verdadero, nacido de un compromiso y una necesidad. Y es en esta línea que nuestro autor va a buscar una concepción de Arte Americano. Así,el Gran Arte comparte con la religión esa “actitud mística que consiste en incorporar todo lo que ocurre por más nocivo que sea, ya se trate del mundo del mal, del bien, de lo hermoso o de lo feo” (Kusch 1959). Y el Arte americano tiene dicha actitud mística, es una confesión, exige una confesión. Pero una confesión como acción, ya que “para confesar es preciso estar apremiado. Por eso no ha deser una confesión a modo de diálogo, como quien hace una confidencia, sino del que lanza a la cara de los demonios, que lo rodean, la evidencia de que vive, porque teme que éstos se lo devoren” (Kusch 1959). Una confesión-acción, una confesión-denuncia.
Y es a ésta confesión a la que le tememos, nosotros mismos, americanos presos de nuestra conciencia, autofagocitados de raciocinioeuropeo, y por lo tanto, generador de vergüenza y ocultamiento de lo más propio. Ante ésta vergüenza del letrado opone Kusch la Verdad del iletrado. El letrado trata de ocultar, de echar tierra sobre la mala américa. Pero justamente esa es la verdadera América, y así “la naturaleza mala de América nos urge para confesar lo que somos, y una confesión urgente ha de ser megalítica, de tremendasproporciones…en América se vuelve a la conjuración, y entonces hay que buscar la salvación de las almas mediante la confesión, llevando a los creyentes hacia la catarsis…Para ello hay que volver al antiguo terror, confesar que sólo el terror nos lleva a vivir en el mundo falso de nuestras ciudades” (Kusch 1959)
Pero si los letrados están prisioneros de su propia autofagocitación, revistiendotodo con prejuicios importados (y ya pensados como propios), ¿A quienes corresponderá el rol activo transformador? La respuesta del autor no se deja esperar: la masa amorfa, los iletrados. Nuestro arte, el arte americano, debe ser un Arte de analfabetos. Los iletrados están en estado de confesión constante, llevando a flor de piel el Gran llanto, “ese llanto primero que estalla cuando se restablece...