filosofia
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN, TURISMO Y PSICOLOGÍA
FILOSOFÍA Y ÉTICA II
Johan Leuridan Huys
Decano
Lima – Perú
Enero – 2013
F I L O S O F I A Y E T I C A IIJohan Leuridan Huys
Índice
CAPÍTULO IV: LAS RESPUESTAS ACTUALES AL RELATIVISMO
INTRODUCCION
La Postmodernidad ha legitimado la tajante separación entre la vida pública, la que queda en manos de losexpertos en la racionalidad teleológica, y la vida privada, sujeta a las decisiones privadas de la conciencia. Imposible criticar la vida pública a partir de la moral; imposible criticar desde el conocimiento racional el ámbito de las decisiones. Además, paulatinamente la antigua distinción entre teoría y praxis se va basando en una diferencia de objetos, en virtud de la cual la teoría se ocupa delos hechos, de lo que es, mientras que el saber de la praxis tiene en cuenta valoraciones, tiene en cuenta lo que debe ser. El cientificismo reserva para la teoría y para el conocimiento científico toda posible racionalidad y objetividad, dejando las decisiones morales para el ámbito subjetivo de las decisiones, las valoraciones son posiciones subjetivas e irracionales.
En este politeísmoaxiológico el que, según A. Macintyre, ha posibilitado en nuestra época el triunfo del emotivismo. La modernidad ha supuesto para ella un largo proceso de des-racionalización, que ha desembocado en el emotivismo como teoría del uso del lenguaje moral. La Ilustración – al menos ciertas corrientes - suponía la fe en el progreso técnico y moral, pero el primero al servicio del segundo. El hecho de quese ha invertido la relación, y que su triunfo tenga por secuelas el emotivismo y el antihumanismo falta (Cortina, 2008: 99-100).
Podemos señalar como característica de la Postmodernidad el emotivismo y su consecuente neutralidad.
Hoy en día las emociones tienen una interpretación de acuerdo al modelo de los sentimientos. En lugar de ver el sentimiento como parte de una relación que tengo conel mundo, se entiende esta relación en función de lo que yo siento. De esta manera una experiencia de sinsentido, frustración o indignación ya no se entiende a partir de una situación con estas características, sino que se la reduce a una afección que necesita un tratamiento. Se quita el contenido a las emociones y se los considera como objetos mentales. Se pretende hablar sobre las emociones entérminos terapéuticos. El sentimentalismo predomina en la vida. Por el acercamiento a las emociones como objetos naturales, se construye un objeto que está fuera de su contexto cultural, negando la realidad de la comunidad humana como su verdadera realidad. Se describe los sentimientos separados del sentido de la situación que se vive. El sentimentalismo afirma una desrealización de la realidad.La emoción, al contrario, tiene una relación esencial con el mundo y con “el otro”.
“El estudio de las emociones ha verificado perfectamente el siguiente principio: una emoción remite a lo que significa. Y lo que significa es la totalidad de las relaciones de la realidad-humana con el mundo.” (Sartre, 1971: 131).
¿Qué queda de la indignación si se la reduce a una molestia interna? Enlugar de educar la indignación, se la elimina, se convierte en una mala emoción. Comportamientos moralmente inadecuados son entonces tratados con términos indiferentes. Existe la tendencia de considerar como víctimas a los delincuentes. Nadie puede sentirse mal. No existe culpa y tampoco sanción.
La terapia elimina los valores de sacrificio, disciplina, solidaridad y altruismo. La neutralidad...
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