filosofia

“La religión es el opio del pueblo”, y como opio es un distractor, un alienador. Siguiendo la teoría marxista, los alienadores deben ser suprimidos de la vista y pensamiento de la población, de lostrabajadores, todo esto con el fin de optimizar sus capacidades productivas para lograr el mantenimiento sostenible de la sociedad en que se desenvuelven. Es así como la religión obstaculiza eldesarrollo ideal de la sociedad, y para llegar a un mayor beneficio general debemos suprimirla. Sin embargo, esto no implica que, personalmente, se deba procurar alcanzar un equilibrio mentalmenteespiritual.

Contradictoriamente, el contexto en el cual se produjo la famosa frase de Karl Marx era totalmente diferente. El opio, a mediados del siglo XIX, era un producto de consumo considerable en lossectores sociales de clase media de Europa, pero no se le habían atribuido propiedades adictivas ni perjudiciales. Conforme este fenómeno se propagó por importantes ciudades, como Londres yBruselas, se empezaron a tomar unas ciertas medidas para dosificarlo y controlarlo. Es por esto que se debe interpretar la frase desde una perspectiva más temporalmente acorde, puesto que el estigma de ladroga no había sido instaurado aún. Con base en esto, se puede entender a la religión como una serie de doctrinas que desvían la atención de la población en general, sin llegar a ser tan radicales decategorizarla como un obstáculo destructivo y potencialmente peligroso.
A pesar de lo anteriormente expuesto, las situaciones en las cuales la religión, como institución fundamentada, ha ocasionadograves episodios de violencia son numerosos. Podemos remontarnos a las eras arcaicas, donde las tribus aborígenes alrededor del mundo tenían enfrentamientos debido a sus diferentes cosmogonías. Deallí, saltamos al inicio de los primeros imperios, como el romano y el griego, los cuales consideraban bárbaros a todos aquellos ajenos a su cultura y, en algunos casos, los perseguían a muerte....