filosofia
2. Entorno: cosas a la vista
2.1. Delante de mí tengo el escritorio, sobre él la máquina de escribir, en frente una estantería con libros. Si giro a la derecha, diviso a través de la ventana hileras de carros que se mueven por la calle, personas que hormiguean por las aceras. Al fondo se yergue la montaña; por la montaña trepan algunas casas. A donde quiera que dirijo la mirada veo"cosas". Con la palabra "cosa", me estoy refiriendo a todo lo que me rodea, a todo lo que no soy yo. Pues bien, al conjunto de cosas que me rodean y que de alguna manera puedo alcanzar con los sentidos (en forma visual, auditiva, olfativa, gustativa, táctil, etc.). vamos a llamar ENTORNO.
2.2. Las cosas del entorno dan hacia el hombre, dándose u ofreciéndose a los sentidos: son, por ello,"circun-dantes". Respondiendo a este darse, el hombre se abre a las cosas, teniendo que ver forzosamente con ellas. "Yo-y-cosas" conforman una unidad tan estrecha que no es exagerado afirmar que estas se injertan en nuestro ser y que, en virtud de tal inserción, "yo soy yo y mi circundando" (1). No podríamos negar las cosas sin negarnos a nosotros mismos. Sin cosas seríamos absolutamente nadie. En el entornolas cosas saltan a la vista, están de cuerpo presente haciéndome frente (2). Por ello, ha podido escribir M. Heidegger que el problema crítico es el escándalo de la filosofía: "El escándalo de la filosofía' no consiste en que siga faltando hasta ahora pruebas (de la existencia de las cosas fuera de mí) sino en que se esperen y se intenten sin cesar semejantes pruebas" (3).
2.3. Instalado entrecosas, el hombre ocupa un determinado lugar entre ellas. Tal ubicación es, por supuesto, céntrica. Doquiera vivamos, nos sentimos centro de convergencia: todas las cosas dan hacia nosotros. El hombre tiene
que estar continuamente haciendo con las cosas composición de lugar, determinando, a partir de su posición actual, el "ahí" o el "allí" de las mismas en una determinada dirección y a unadeterminada distancia. Los adverbios de lugar, escribe M. Heidegger, "tienen primariamente una significación existenciaria y no categorial" (4),
2.4. El lugar que ocupamos y su circundante entorno no es algo extrínseco, indiferente y sin importancia para el hombre. El entorno, sin ser propiamente hablando nosotros-mismos, es algo-de nosotros mismos. Sin lugar, el hombre sería una realidad utópica;pero la variedad de lugares en que puede vivir un hombre es infinita y las cosas que entran en juego en cada caso, incontables. Las cosas del entorno, además de afectarnos y moldearnos profundamente, constituyen nuestras posibilidades de vida.
2.5. El hombre se encuentra entre las cosas del entorno viviendo. Vivir, en sentido biográfico, es lo que hacemos y lo que nos pasa en procura constantede cosas y en preocupación de nosotros mismos. "En el campo de nuestra experiencia, la existencia de cada hombre se divide adecuadamente en dos partes: lo que hace y lo que experimenta ( . . . ) , el campo de nuestras actividades y de nuestras pasividades" (5). Notemos que la estructura básica del verbo con sus dos voces, activa y pasiva, guarda isomorfismo con la estructura misma de! vivir comoconjunto de actividades y pasividades (6).
2.6. Tradicionalmente se ha venido definiendo la vida, como actividad o quehacer (teórico práctico), es decir, por el primero y más visible de los aspectos referidos: una realidad es viva "cuando le conviene según su naturaleza, moverse a sí misma" (7) o, lo que es lo mismo, cuando tiene actividad propia. Que la vida sea actividad, es indiscutible, perosólo un lado de la cuestión. Porque nos nace una pregunta: haríamos algo si no nos pasara nada?; ¿es posible entender la vida como actividad si no es a partir de lo que nos pasa? Completando la definición de vida, habría que responder que, efectivamente, es actividad propia, pero siempre en vista a algo que nos pasa. Porque nos pasa algo, nos vemos forzados a hacer algo.
2.7. La vida se...
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