Filosofia
El concepto de Dios
"Las palabras y los conceptos que se refieren a fenómenos vinculados con la experiencia psíquica y mental se desarrollan y crecen –o se deterioran– con la persona a cuya experiencia se refieren. Cambian a medida que ella cambia. Tienen una vida, como ella tiene una vida.
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En cualquier ser viviente hay simultáneamentepermanencia y cambio; de aquí que haya permanencia y cambio en cualquier concepto que refleja la experiencia de un hombre viviente. Sin embargo, que los conceptos tengan vida propia y que crezcan, es algo que puede comprenderse solamente si los conceptos no están separados de la experiencia a la que dan expresión. Si el concepto resulta alienado –es decir, separado de la experiencia a la que serefiere– pierde su realidad, y se transforma en un artefacto de la mente del hombre. De este modo se crea la ficción de que cualquiera que emplee elconcepto se está refiriendo al sustrato de experienciasubyacente a él. Una vez que esto ocurre –y este proceso de alienación de los conceptos es la regla más bien que la excepción–, la idea que expresaba una experiencia se ha transformado en una ideología,que usurpa el lugar de la realidad subyacente que está en el interior del ser humano viviente. La historia se convierte entonces en una historia de las ideologías, en lugar de ser la historia de los hombres concretos, reales, que son los productores de sus ideas.
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¿A qué realidad de la experiencia humana se refiere el concepto de Dios? ¿Es el Dios de Abraham el mismo que el Dios de Moisés,de Isaías, de Maimónides, de Meister Eckhart, de Spinoza? Y si no es el mismo, ¿existe, a pesar de ello, algún sustrato experiencial común al concepto, tal como fue usado por estos distintos hombres, o podría suceder que mientras existe un fundamento común en el caso de alguno de ellos, éste no exista en lo que se refiere a otros?
Que una idea, la expresión conceptual de una experiencia humana,sea tan propensa a transformarse en una ideología, es algo que tiene su razón de ser no solamente en el miedo del hombre a entregarse plenamente a la experiencia, sino también en la naturaleza misma de la relación entre experiencia e idea (conceptualización). Un concepto nunca puede expresar adecuadamente la experiencia a la que se refiere. Apunta hacia ella, pero no es ella. Es, como dice elbudismo Zen, el "dedo que señala hacia la luna"... pero no es la luna. Una persona puede referirse a su experiencia mediante el concepto a o el símbolo x; un grupo de personas puede usar el concepto a o el símbolo x para denotar una experiencia común que comparten. En este caso –aun si el concepto no está alienado de la experiencia– el concepto, o el símbolo, es solamente una expresión aproximada dela experiencia. Esto sucede necesariamente así porque nunca la experiencia de una persona es idéntica a la experiencia de otra; solamente puede acercarse a ella lo suficiente como para permitir el uso de un símbolo común o concepto. (De hecho, hasta la experiencia de una misma persona no es nunca exactamente la misma en ocasiones diferentes, porque nadie es exactamente el mismo en dos momentosdiferentes de su vida.) El concepto y el símbolo tienen la gran ventaja de permitir a la gente comunicar sus experiencias; tienen la tremenda desventaja de que se prestan fácilmente a un uso alienado.
Hay otro factor que contribuye, además, al desarrollo de la alienación y la "ideologización". El afán de sistematización y totalización es, al parecer, una tendencia inherente al pensamiento humano.(Una raíz de esta tendencia consiste, probablemente, en el afán, característico del hombre, de obtener la certeza, afán muy comprensible, vista la naturaleza precaria de la experiencia humana.) Cuando conocemos algunos fragmentos de la realidad, queremos completarlos, para que "tengan sentido", de un modo sistemático. Sin embargo, por la naturaleza misma de las limitaciones del hombre, nunca...
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