Filosofia
81a vo filosofando rectamente y que de verdad se ejercitaba en estar muerta con soltura. ¿O es que no viene a sereso la preocupación de la muerte? -Completamente.
-Por lo tanto, ¿estando en tal condición se va hacia lo que es seme- jante a ella, lo invisible, lo divino, inmortal y sabio 50, y al llegar allí es-tá a su alcance ser feliz, apartada de errores, insensateces, terrores, pa- siones salvajes, y de todos los demás males humanos, como se dice de los iniciados en los misterios, para pasar de verdad elresto del tiempo en compañía de los dioses? ¿Lo diremos así, Cebes, o de otro modo?
-Así, ¡por Zeus! -dijo Cebes.
-Pero, en cambio, si es que, supongo, se separa del cuerpo contami- nada e impura,por su trato continuo con el cuerpo y por atenderlo y amarlo, estando incluso hechizada por él, y por los deseos y placeres, hasta el punto de no apreciar como verdadera ninguna otra cosa sino locorpóreo, lo que uno puede tocar, ver, y beber y comer y utilizar para los placeres del sexo, mientras que lo que para los ojos es oscuro e invi- sible, y sólo aprehensible por el entendimiento y lafilosofía, eso está acostumbrada a odiarlo, temerlo y rechazarlo, ¿crees que un alma que está en tal condición se separará límpida ella en sí misma?
-No, de ningún modo -contestó.
-Por lo tanto, creo,¿quedará deformada por lo corpóreo, que la co- munidad y colaboración del cuerpo con ella, a causa del continuo trato y de la excesiva atención, le ha hecho connatural?
-Sin duda.
-Pero hay que suponer,amigo mío -dijo-, que eso es embarazoso, pe- sado, terrestre y visible. Así que el alma, al retenerlo, se hace pesada y es arrastrada de nuevo hacia el terreno visible, por temor a lo invisible y...
Regístrate para leer el documento completo.