Filosofia

1. PENSAR ES NUESTRA GRAN TAREA

Asignatura: Filosofía.

Profesor: Néstor Edo. Villarroel Delgado

El hombre de hoy parece estar perdiendo el habito de reflexionar.. SE mueve mucho, es cierto, de un lado a otro; siempre atareado, siempre apurado, sometido a ese pequeño capatazdespótico: su reloj. EL adulto siempre tiene algo que hacer, algo que no termina nunca de hacer, porque cuando está concluyendo una faena, una labor, un proyecto ya tiene ante sí la siguiente. LA vida del hombre moderno "civilizado" es comparable a la conducta del obrero que trabaja en una industria altamente mecanizada, junto a la correa de transportación: repite rítmicamente al mismo movimiento. NOpuede detenerse, porque detrás de ese objeto viene otro idéntico, y otro, y otro... Pero el obrero tiene algún descanso, cuando acaba su turno de trabajo; entonces puede reposar, dormir y soñar (aunque a veces sigue soñando que todavía está junto a su máquina inexorable)

HOY es común un tipo humano que se caracteriza porque no puede dejar de trabajar en algo (tenemos ejemplo a losjaponeses); para tal hombre el cese de la actividad física equivale a morir: "Necesito trabajar en algo, para sentir que sigo existiendo" -alguna vez exclamo un jubilado-. TAL vez, en su inconsciente, el hombre de hoy no quiere dejar su trabajo físico, porque tiene temor de sentirse solo,'"SOLO CON SUS PENSAMIENTOS".

ES propio de nuestra época que se exalte, en todos los tonos, al hombre deempresa, activista; esta sobreestimación implica, por lo general, un cierto desden disimulado para con el pensador, poco habito para las tareas físicas o para las realizaciones concretas. CON justa razón el filosofo cristiano J. MARITAIN censura ese absurdo "realismo del hombre práctico", que menosprecia la actividad intelectual, "ignorando que menosprecia la fuente misma de la acción". EL hombrede acción no advierte que el pensamiento reflexivo también constituye un autentica actividad humana, a veces tan agotadora como abrir una zanja o construir un muro: "EL pensamiento es tan activo como la acción". (B. Croce). DON Miguel de Unamuno, ese inquieto y batallador maestro español, estaba en una ocasión arreglando el jardín de su casa, a pleno sol: un vecino que paseaba por allí, le dice:¿Trabajando, Don Miguel?
No, vecino: descansando.

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POR la tarde, ya de regreso, pasó de nuevo el vecino frente a la casa de Unamuno, y lo vio recostado en una mecedora, con los ojos cerrados, con actitud de dormitar. Y bromea con él, maliciosamente:
¿Todavía descansando, Don Miguel?
No, vecino: trabajando.¡ QUE agobiadora resulta la tarea de pensar! ¿HA observado Ud. alguna vez la expresión de fatiga y tensión de un hombre que se debate con sus pensamientos, en su lucha por encontrarle solución adecuada a un complejo problema? ES como una lucha con un poder invisible, que puede agotar más que una tarea física.

PARA evitarse el trabajo de pensar por si mismo, algunos " piensan"repitiendo las ideas de otros; como una mujer que adoptara un hijo ajeno, para evitar las molestias del embarazo o de la crianza. SON frecuente los casos de adultos que hacen suyas, de inmediato las ideas, del periódico que están leyendo, o del comentarista de televisión, o las opiniones del interlocutor, o del autor del libro que acaba de leer, (naturalmente se trata de un autor de moda). LUEGOrepiten tales ideas como propias vistiéndose con ropaje ajeno y alardeandose ante los demás, por sus originales puntos de vista. SON como esas dueñas de casa que, a la hora de almorzar se limitan a abrir unos tarros de conserva, y esperan que su familia les alabe el esfuerzo desplegado y la imaginación culinaria. EL hombre moderno, siempre aterrado, incapaz de pensar por si mismo y temeroso de...