filosofia

Páginas: 6 (1395 palabras) Publicado: 15 de noviembre de 2013
EL UNICORNIO Y EL MAR
Editorial: Uno, dos, tres
Había una vez un unicornio que tenía un problema, y es que él no sabía qué era lo que tenían que hacer los unicornios. Un día salió decidido a saber qué era lo que hacía un unicornio, y para ello decidió observar a los demás por si aquello le daba una pista.

Dicho y hecho, comenzó a andar por el bosque encantado y se topó con una rana quecroaba en su charca. El unicornio se dijo: Las ranas croan en su charca, ¿Y qué hace un unicornio?. Siguió caminando y se encontró con un gran dragón verde que estaba asando castañas con su aliento de fuego. Y el unicornio se dijo: Las ranas croan en su charca, el dragón verde asa castañas... ¿Qué es lo que hace un unicornio?

Y continuó andando, y se encontró con un duende que se dedicaba a pintarel arco iris de los más bellos colores. Y el unicornio se dijo: Las ranas croan en su charca, el dragón verde asa castañas, el duende pinta el arco iris,... ¿Y qué es lo que hace un unicornio?

El hada del bosque se compadeció de él y le dijo: Si las ranas croan en su charca, los dragones asan castañas y los duendes pintan el arco iris, un unicornio salva princesas. Y el unicornio se puso muycontento porque ya sabía lo que tenía que hacer. No muy lejos de allí estaba el laberinto del Ogro, y el unicornio se enteró de que tenía una princesa cautiva allí. Y como sabía lo que tenía que hacer un unicornio, se dirigió a salvarla de las garras del Ogro. Tras muchas penurias y aventuras el unicornio consiguió engañar al Ogro y rescató a la princesa.

Y la princesa resultó ser la hija delrey Neptuno, soberano de los mares. La princesa le invitó a que le acompañase a ver su reino. El unicornio se quedó encantado con aquel lugar. El rey Neptuno, agradecido por que había rescatado a su hija le concedió la gracia de quedarse en el mar para siempre y lo convirtió en Narval.

Y Colorín Colorado



























Espantos de Agosto
Gabriel GarcíaMárquez

Llegamos a Arezzo un poco antes del medio día, y perdimos más de dos horas buscando el castillo renacentista que el escritor venezolano Miguel Otero Silva había comprado en aquel recodo idílico de la campiña toscana. Era un domingo de principios de agosto, ardiente y bullicioso, y no era fácil encontrar a alguien que supiera algo en las calles abarrotadas de turistas. Al cabo de muchastentativas inútiles volvimos al automóvil, abandonamos la ciudad por un sendero de cipreses sin indicaciones viales, y una vieja pastora de gansos nos indicó con precisión dónde estaba el castillo. Antes de despedirse nos preguntó si pensábamos dormir allí, y le contestamos, como lo teníamos previsto, que sólo íbamos a almorzar.

– Menos mal – dijo ella – porque en esa casa espantan.

Mi esposay yo, que no creemos en aparecidos de1 medio día, nos burlamos de su credulidad. Pero nuestros dos hijos, de nueve y siete años, se pusieron dichosos con la idea de conocer un fantasma de cuerpo presente.

Miguel Otero Silva, que además de buen escritor era un anfitrión espléndido y un comedor refinado, nos esperaba con un almuerzo de nunca olvidar. Como se nos había hecho tarde no tuvimostiempo de conocer el interior del castillo antes de sentarnos a la mesa, pero su aspecto desde fuera no tenía nada de pavoroso, y cualquier inquietud se disipaba con la visión completa de la ciudad desde la terraza florida donde estábamos almorzando. Era difícil creer que en aquella colina de casas encaramadas, donde apenas cabían noventa mil personas, hubieran nacido tantos hombres de genioperdurable. Sin embargo, Miguel Otero Silva nos dijo con su humor caribe que ninguno de tantos era el más insigne de Arezzo.

– El más grande – sentenció – fue Ludovico.

Así, sin apellidos: Ludovico, el gran señor de las artes y de la guerra, que había construido aquel castillo de su desgracia, y de quien Miguel nos habló durante todo el almuerzo. Nos habló de su poder inmenso, de su amor...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • filosofia de la filosofia
  • Filosofia
  • Filosofia
  • Filosofia
  • La Filosofía
  • Filosofia
  • Filosofia
  • Filosofia

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS