filosofia
FILOSOFÍA
ENSAYO ‘’ EL PRÍNCIPE’’
ALUMNO: DANIEL HERNÁNDEZ LUVIANO
MAESTRA: FRANCISCA EDELMIRA IBARRA
SEMESTRE: 6
GRUPO: A
CICLO ESCOALR 2014-A
EL PRINCIPE, NICOLAS MAQUIAVELO
INTRODUCCIÓN
La obra dice que el gobernante antes que amado debe ser temido, respetado, ha de valerse de la fuerza, ejércitos propiosque le brinden seguridad no solo frente a otros principados, sino también frente a sus propios gobernados, la fuerza, la violencia son medios idóneos para asegurar la estabilidad, la permanencia en el principado o gobierno.
Virtudes como, la castidad, la bondad, la honestidad, templanza, serían deseables en conjunto, en cabeza de un príncipe o gobernante, infortunadamente, la naturaleza no permiteque las mismas residan en un solo gobernante.
Un gobernante ha de mantener una imagen fuerte, robusta, frente a sus administrados, incluso los vicios, como la avaricia, la rapiña, astucia malsana, son en algunos casos fortalezas que permiten mantenerse en el gobierno.
ABSTRAC
The book says that the ruling before to be feared than loved, respected, must rely on force, own armies to providesecurity not only against other principalities, but also against their own governed, force, violence are means suitable to ensure stability, permanence in the principality or government.
Virtues, chastity, kindness, honesty, temperance, would be desirable together, headed by a prince or ruler, unfortunately, nature does not allow them reside in a single ruler.
A ruler must maintain a strong,rugged look, before his run, even the vices, such as greed, rapine, unhealthy cunning, are strengths that enable some cases to stay in office.
DESARROLLO
El Príncipe, él debe extraer las premisas necesarias para desenvolverse en un mundo cambiante. El éxito de un soberano radica en tomarle el pulso a las situaciones, valorarlas y armonizar su conducta con la dinámica inherente a ellas.
Son lasnecesidades las que impondrán una respuesta.
La política es el arte de el príncipe o gobernante en cuanto tal. Y el príncipe, en cuanto conquistador y dueño del poder, en cuanto encarnación del Estado, está por principio (y no por accidente) exento de toda norma moral. Lo importante es que tenga las condiciones naturales como para asegurar la conquista y posesión del poder.
Dos cosas ha detemer el príncipe son a saber: 1) en el interior de su Estado, alguna rebelión de sus súbditos; 2) en el exterior, un ataque de alguna potencia vecina. Se preservará del segundo temor con buenas armas, y, sobre todo, con buenas alianzas, que logrará siempre con buenas armas.
Sin embargo, con respecto a sus gobernados, aun en el caso de que nada se maquine contra él desde afuera, podrá temer quese conspire ocultamente dentro. Pero esté seguro de que ello no acaecerá, si evita ser aborrecido y despreciado, logra la ventaja esencial de que el pueblo se muestre contento de su gobernación.
Por consiguiente, uno de los más poderosos preservativos de que contra las conspiraciones puede disponer el soberano, es no ser aborrecido y despreciado de sus súbditos, porque al conspirador no lealienta más que la esperanza de contentar al pueblo, haciendo perecer al príncipe. Pero cuando tiene motivos para creer que ofendería con ello al pueblo, le falta la necesaria amplitud de valor para consumar su atentado, pues avizora las innumerables dificultades que ofrece su realización.
La experiencia enseña que hubo muchas conspiraciones, y que pocas obtuvieron éxito, porque, no pudiendo obrarsolo y por cuenta propia el que conspira, ha de asociarse únicamente a los que juzga descontentos. Mas, por lo mismo que ha descubierto a uno de ellos, le ha dado pie para contentarse por sí mismo, ya que al revelar al príncipe la trama que se le ha confiado, bástale para esperar de él un buen premio. Y como de una parte encuentra una ganancia segura, y de otra parte una empresa dudosa y llena...
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