filosofia

Para Berni hay “violencia generalizada”, pero se diferenció de la Iglesia
SIGUE LA POLÉMICA POR LA DENUNCIA DE LOS OBISPOS SOBRE LA INSEGURIDADDijo que no compartía la idea de que la “Argentina está enferma”.
En un nuevo capítulo de la polémica del Gobierno con la Iglesia, a causa del diagnóstico eclesiástico del viernes sobre que la Argentina está “enferma de violencia”, el secretario deSeguridad, Sergio Berni, admitió ayer que existe “una violencia generalizada” aunque tomó distancia de la opinión de los obispos.
“Ha aumentado la violencia en las relaciones interpersonales pero de ahí a decir que la Argentina está enferma, es un término que no lo comparto”, afirmó Berni, quien de esta manera se diferenció de la reacción airada que tuvieron funcionarios de La Cámpora y otrosreferentes oficialistas como Estela de Carlotto. Es que las definiciones de la Iglesia sobre una “violencia cada vez más feroz y despiadada”, de una corrupción tanto pública como privada que es “un verdadero cáncer social” y causante de “injusticia y muerte”, está muy lejos del relato épico y triunfal del Gobierno sobre una década “ganada” y de supuestas reparaciones sociales. Ayer otro obispo, eljesuita Jorge Lugones –muy cercano a Jorge Bergoglio– insistió en que “no hay paz” en el país y que negar la violencia es “mirar para otro lado”.
Berni mantuvo incluso una posición más concesiva que la propia Cristina Kirchner, quien señaló que con el documento de la Iglesia “se quieren reeditar viejos enfrentamientos”. El funcionario habló por radio y buscó desgranar la cuestión de la violencia.“Decimos que ha aumentado la violencia en los delitos, creemos que la violencia se ha generado en toda la sociedad”, admitió, y puso como ejemplo lo que pasa en las escuelas y en las relaciones interpersonales. “La violencia es generalizada, lo decimos permanentemente. No solamente la violencia en el delito, (también) en las relaciones interpersonales, lo vemos fundamentalmente en los delitosintrafamiliares, en los homicidios, en la gente en la calle”, agregó el funcionario.
Desde la Iglesia, en tanto, se volvió a defender el documento de los obispos y ayer fue el turno de Lugones, obispo de Lomas de Zamora, quien rechazó las críticas que le hizo el kirchnerismo. “Nosotros constatamos con dolor y con preocupación este tema de la enfermedad de la violencia. Aquel que niegue que estamos enfermosde violencia, me parece que mira para otro lado”, advirtió. El lunes había sido el obispo de Humahuaca, Pedro Olmedo, quien advirtió al Gobierno que “no se puede tapar el sol con las manos”. Lugones es uno de los obispos más cercanos a Bergoglio. No sólo es jesuita como el Papa, sino que fue promovido a dos diócesis –Orán y Lomas de Zamora–, cuando Bergoglio se desempeñaba como arzobispo. “No sési muchos de los que hoy critican caminan los barrios como nosotros. Están hablando sin fundamentos”, sostuvo el obispo.





Un obispo del conurbano también cruza al Gobierno por la violencia
Es el jesuita Jorge Lugones, a cargo del obispado de Lomas de Zamora. Dijo que "miran para otro lado" quienes niegan que la sociedad está "enferma de violencia".
Los cruces entre la Iglesia y elGobierno no cesan. Ahora, el obispo de Lomas de Zamora, el jesuita Jorge Lugones, de buena sintonía con el Papa francisco, dijo  -en una implícita referencia a al Gobierno y de la agrupación kirchnerista La Cámpora- que quienes niegan que la sociedad está “enferma de violencia”, como afirmó el reciente documento del Episcopado, "miran para otro lado". La respuesta del obispo se suma a la de su par deHumahuaca, Pedro Olmedo, quien el lunes dijo que "no se puede tacar el sol con las manos". El sábado, el titular del Episcopado, José María Arancedo, había dicho que "no se puede negar la realidad". Más tarde, la presidenta Cristiana Kirchner rechazó la afirmación de que el país "está enfermo de violencia". 
Lugones subrayó que cuando los obispos hablan lo hacen con conocimiento de causa. En...