filosofia
Según Aristóteles, había una enorme diferencia entre los cielos y la Tierra. Este planeta —decía— estaba sujeto a cambio, decadencia y deterioro,mientras que el éter del que estaban hechos los cielos estrellados era inmutable y eterno. Sus esferas transparentes y los cuerpos celestes sujetos a ellas jamás cambiarían ni se consumirían ni morirían.¿Es eso lo que enseña la Biblia? Salmo 102:25-27 declara: “Hace mucho tú colocaste los fundamentos de la tierra misma, y los cielos son la obra de tus manos. Ellos mismos perecerán, pero tú mismoquedarás en pie; e igual que una prenda de vestir todos ellos se gastarán. Igual que ropa los reemplazarás, y ellos terminarán su turno. Pero tú eres el mismo, y tus propios años no se completarán”.Observe que este salmista, quien quizás vivió dos siglos antes que Aristóteles, no establece un contraste entre la Tierra y los cielos estrellados; no dice que estos sean eternos y que nuestro planetaesté en decadencia. Más bien, establece que ambos —los cielos y la Tierra— están en contraste con Dios, el poderoso Espíritu que dirigió su creación.* Por tanto, este salmo parece indicar que lasestrellas se deterioran igual que cualquier cosa que haya sobre la Tierra. ¿Y qué ha descubierto la ciencia moderna?
La geología apoya tanto a la Biblia como a Aristóteles en la idea de que la Tierra seva desgastando. De hecho, las rocas de la superficie sufren una continua erosión y son reemplazadas debido a la actividad volcánica y otros fenómenos geológicos.
Pero ¿y las estrellas? ¿Sedeterioran como da a entender la Biblia, o son eternas como enseñó Aristóteles? Los astrónomos europeos comenzaron a dudar de la teoría aristotélica en el siglo XVI, cuando por primera vez observaron unasupernova, es decir, la espectacular explosión de una estrella. Desde entonces, los científicos han comprobado que las estrellas pueden morir explotando violentamente, apagándose poco a poco o incluso...
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