filosofia
TEOLOGÍA Y CIENCIA
EN LA OBRA DE SANTO TOMÁS DE AQUINO
“Según Platón el lugar principal del alma está en el cerebro;
pero según Cristo está en el corazón.”
Catena Aurea In Marcum, cap. 7 n. 2
RESUMEN
El propósito de este artículo es indagar en el diálogo entre la teología y la ciencia, que
encuentra a la Iglesia Católica entre sus protagonistas más destacados. Luegode algunas aclaraciones contextualizadoras, el autor introduce la cuestión de “lo científico”
en la Edad Media y de cómo Santo Tomás se relaciona con ello, sobre todo en su consideración de la filosofía aristotélica. En un segundo momento, se realiza un recorrido por los testimonios más interesantes de la obra tomasiana sobre la conexión entre
teología y ciencia, que evidencian una actitud“razonablemente equilibrada” con respecto al aporte de la ciencia para el conocimiento teológico: la fe no puede renunciar
a la razón.
Palabras clave: teología y ciencia, Santo Tomás, epistemología, Edad Media.
ABSTRACT
The purpose of this paper is to investigate the dialogue between Theology and Science. After some contextualized clarifications, the author introduces the issue of “Science” in theMiddle Ages and how St. Thomas Aquinas relates to this category, especially in consideration of the Aristotelian philosophy. In a second step, the author
leads us into an interesting survey of the presence of the connection between theology and science in Aquinas works. This survey evidences a “reasonably balanced”
relationship with respect to the contribution of science to theologicalknowledge:
faith can not renounce reason.
Key Words: Theology and Science, Saint Thomas Aquinas, Epistemology, Middle
Ages.
Revista Teología • Tomo XLVI • N° 99 • Agosto 2009: 281-299
281
OSCAR H. BELTRÁN
El diálogo entre la teología y la ciencia es un signo característico de
los tiempos que corren. Al cabo de muchos años de desencuentros y hostilidades, con un saldo de cuantiosas pérdidaspara ambos bandos, vemos
desde hace unas décadas que surgen diversas iniciativas de intercambio
entre ambos niveles del saber. Los avances verificados en cada ámbito han
llevado a una conciencia más clara de los métodos y limitaciones respectivos, y la reflexión epistemológica a la que ello conduce han inspirado
una actitud de mayor apertura y entendimiento.
Esta singular experiencia culturaltiene entre sus protagonistas más
destacados a la Iglesia Católica. La circunstancia de que la civilización occidental, tanto en Europa como en América, haya sido el escenario de
mayor arraigo de la fe cristiana, y al mismo tiempo la cuna y el centro de
referencia permanente de la cultura científica, no puede interpretarse como algo meramente casual. Desde los comienzos de su expansión, laIglesia asumió deliberadamente el propósito de presentar el mensaje evangélico en términos de una alianza entre la fe y la razón. Desde el mismo discurso de San Pablo en el Areópago de Atenas, pasando por la conversión
religiosa de importantes figuras intelectuales de la Antigüedad, como Justino, Atenágoras y Agustín, la obra de conservación de los textos clásicos
del paganismo a cargo de losmonjes benedictinos, la creación de las universidades, la contribución de la Compañía de Jesús al desarrollo de la investigación científica y el renovado dinamismo de las instituciones eclesiásticas consagradas a las disciplinas intelectuales –como la Pontificia
Academia de Ciencias–, se ha llegado en el presente a una instancia de decidida injerencia del catolicismo en el intercambio con los actoresde la
ciencia.
Un personaje que ha dejado profundas huellas en este sentido es el
Papa Juan Pablo II. A lo largo de sus 26 años de apostolado dejó un importante testimonio de interés y admiración por las ciencias, tanto en sus
gestos de pastor como en sus enseñanzas.
Convencido del papel significativo del saber científico para la promoción del hombre, y a la vez de las potenciales...
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