FILOSOFIA
PREPARATORIA ENRIQUE CABRERA BARROSO URBANA.
FILOSOFIA.
BIOPOLITICA.
YAMIL KURI HERRERA.
A-1-5
CHRSTOPHER FERNANDEZ CHAVERO
2014-2015
INTRODUCCION.
La definición Biopolitica fue conocida por una obra que hizo Alejandra Ochoa Del Rosario Sagrado que fue muy popular en su época. Pero el que definió la palabra en 1905 fue el filósofo sueco RudolfKjellén, él decía que la sociedad no era una nación, era como un conjunto de persona que debía de estar en coordinación y cordialidad con otras personas.
Pero si algunas de estas sociedades no estaba de acuerdo con eso o no las aceptaban tenían que ser castigadas. Tal es el caso con los judíos y los nazis, los ultraderechistas no estaban de acuerdo con la religión de los hebreos, así que lo quehicieron fue desterrarlos del país que es Alemania y si no lo hacían los mataban.
Otro filósofo uso esta misma palabra en una convención de la Universidad del Estado de Rio de Janeiro, Brasil, su idea era que la sociedad no solo consistía en la ideología sino que también tienen que tener el control de cada individuo de la comunidad.
““El control de la sociedad sobre los individuos no sólo seefectúa mediante la conciencia o por la ideología, sino también en el cuerpo y con el cuerpo. Para la sociedad capitalista es lo bio-político lo que importa ante todo, lo biológico, lo somático, lo corporal. El cuerpo es una entidad biopolítica, la medicina es una estrategia biopolítica””
Otra palabra muy parecía a la Biopolitica es el Biopoder, que consiste en que el biopoder lo hacen los paísesmodernos para dominar los cuerpos y controlar a población.
INTRODUCCION.
La biopolitica revela su génesis específica comente moderna. La crítica no parece demasiado atinada, toda vez que Foucault ha señalado de forma tanto explícita como implícita la relación que mantienen las estrategias biopolíticas con formas de organización y planteamientos de poder que no pueden desvincularse de lamodernidad. En todo caso, para Esposito en la modernidad el presupuesto de la conservación de la vida deviene fundamental, anteponiéndose a todos los demás que afectan a la debí nación de la identidad. Para él, pese a todo, es necesario esperar hasta “el viraje totalitario de la década de 1930, especialmente en su versión nazi” para que la vida sea de forma inmediata e intrínseca traducible a política5.El planteamiento de Esposito viene a apuntar en una dirección seguida por otros autores, según la cual, la impolítica habría dado lugar a una nueva interpretación del funcionamiento del poder, que alcanza su cénit en los sistemas totalitarios aparecidos en el siglo XX, pero que no por ello es ajena al funcionamiento real de los sistemas democráticos. Sobre ello ha incidido también A gamben,señalando la tendencia que existe en el poder político actual a crear situaciones y fi guras jurídicas que propiciarían actuaciones diligentes y expeditivas, con el objetivo, o al menos con la aparente justicia acción, de buscar mediante ellas un Domingo Fernández Ajís Cuadernos del Ateneo 95 supuesto cenefa dio para la vida. Claro está que este último concepto puede referirse a una Nación, a un Estado,a un grupo étnico o cultural determinado, a una especie en concreto, al medio ambiente, etc. No en vano, como también ha puesto de relieve este autor, “todo sucede como si, en nuestra cultura, la vida fuese aquello que no puede ser debí nido, pero que, precisamente por ello, tiene que ser incesantemente articulado y dividido. De esta forma, la aplicación de una estrategia impolítica concretaencontraría su legitimación social en un discurso construido siempre sobre el trasfondo de la preservación de lo vivo. La impolítica necesitaría poner en marcha procedimientos de acción difíciles de encajar en los moldes de la política tradicional. Es por ello que no pocas veces se sitúan al margen de la relación habitual existente entre derecho y poli- tica. Como ejemplo paradigmático de ello...
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