Filosofia
Por Fernando Ramírez y Ezequiel Fernández
Los debates promovidos en un amplio circuito académico y mediático acerca de las virtudes que la tecnología del Siglo XXI nos deparan para estos tiempos, se presenta, las más de las veces, despojado de las determinacionespolíticas, sociales y culturales que dicho enfoque merece. Frente a la velocidad en la que un objeto desplaza a otro, por su practicidad y su equipamiento, el planteo central parecería radicar en asimilar masivamente dichas producciones y, toda reflexión sobre el modo en que ello se inserta en nuestra sociedad, choca rápidamente con las objeciones que cualquier prurito al respecto, merece ser sospechadode “retardatario” si cuestiona dicho fenómeno. Así, bajo una sofística seductora, se recrea el viejo antagonismo de “Civilización o Barbarie”, según se acepte o se rechace estas maravillas de la ciencia…y del mercado.
El planteo adolece de seriedad y no apunta al problema que nos proponemos transmitir en este artículo, apelando a algunas consideraciones de Theodor Adorno y Sigmund Freud, en tornoa la conformación de una masa y los dispositivos de la dominación de la subjetividad en la modernidad, que el debate mistificado, al cual aludimos, se encarga plenamente de invisibilizar a los ojos de la crítica. Nos referiremos a un texto de Adorno, que hoy puede resultar lejano si lo comprendemos en un sentido estrictamente “evolutivo” en términos del escalafón tecnológico, para los tiemposactuales, pero que, a nuestro juicio, mantiene una sólida vigencia, en los problemas que nos interesan acerca de la dominación de la subjetividad, con vistas a su masificación, para la reproducción de amplios dispositivos de poder en el mercado, en la política y, en definitiva, en las relaciones sociales del capitalismo en su aguda fase de crisis y descomposición.
El artículo “Adorno: lavigencia de un planteo crítico, postuló que dicho autor plasmaría una síntesis de sus diversas intervenciones al investigar la llamada “Industria Cultural”, que serviría para una “crítica del modo en que la propaganda cultural burguesa prepara y captura la subjetividad de las masas para la reproducción del propio orden social en sus aspectos más recónditos y sofisticados”. En función de ello,continuaremos la lectura de la obra de Adorno, específicamente su libro titulado Televisión y cultura de masastratando de trazar tesis referidas a posibles parentescos epistemológicos con el famoso texto de Freud titulado “Psicología de las masas y análisis del yo”.
En el mencionado texto, la tesis principal de Adorno es que la televisión, como integrante de la denominada cultura de masas, tiene unaestructura de múltiples estratos. El autor indicará que el análisis de los materiales televisivos no debe centrarse sólo en lo visible, en la superficie “textual” televisiva, sino que debe también considerar, y darle aun un mayor interés, al mensaje oculto. Sin embargo, antes de continuar con el criterio de Adorno, debemos comenzar a plantear tesis y líneas de demarcación entre ambos autores en lotocante al problema de la reproducción del orden social: la conformación de formaciones de masa en Freud.
y los distintos dispositivos, de orden técnico-tecnológico en el caso de Adorno.
En su escrito, Freud comienza con una crítica a los distintos conceptos que existían a nivel teórico como causas de una formación de masa: sugestión, imitación, contagio, inducción primaria de afecto e instintogregario. En sí, Freud no está criticando las características que tanto Le Bon, McDougall y Trotter atribuyen a una formación de masa -primordialmente, a la masa espontánea, es decir, a la multitud- que se resume en dos características: “...una alteración a menudo profunda de su actividad anímica” donde mientras la “...afectividad se acrecienta extraordinariamente, su rendimiento intelectual...
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