FilosofiaYes
EL ANÁLISIS ESTRUCTURAL, EN LINGÜÍSTICA Y EN ANTROPOLOGÍA1
En el conjunto de las ciencias sociales, del cual indiscutiblemente forma parte, la lingüística ocupa sin embargo un lugar excepcional: no es una ciencia social como las otras, sino la que, con mucho, ha realizado los mayores progresos; sin duda la única que puede reivindicar el nombre de ciencia y que, al mismo tiempo,ha logrado formular un método positivo y conocer la naturaleza de los hechos sometidos a su análisis. Esta situación privilegiada entraña algunas obligaciones: el lingüista verá que, a menudo, investigadores de disciplinas vecinas pero diferentes se inspiran en su ejemplo e intentan seguir su camino. “Nobleza obliga”: una revista de lingüística como Word no puede limitarse a ilustrar tesis ypuntos de vista estrictamente lingüísticos, se obliga también a recibir a psicólogos, sociólogos y etnógrafos ansiosos de aprender de la lingüística moderna la ruta que se luce al conocimiento positivo de los hechos sociales. (Como hace ya veinte años escribía Marcel Mauss: “La sociología habría avanzado mucho más por cierto, de haber procedido en todos los casos imitando a los lingüistas”.2 Laestrecha analogía de método que existe entre ambas disciplinas les impone un particular deber de colaboración. Después de Schrader3 es inútil demostrar cuál es la asistencia que la lingüística puede aportar al sociólogo en el estudio de los problemas de parentesco. Son lingüistas y filólogos (Schrader, Rose)4 quienes han mostrado que la hipótesis de vestigios matrilineales en la familia antigua-hipótesis a la que se aferraban aún entonces tantos sociólogos- era improbable. El lingüista proporciona al sociólogo etimologías que permiten establecer, entre ciertos términos de parentesco, lazos no perceptibles de manera inmediata. El sociólogo inversamente, puede hacer conocer al lingüista costumbres, reglas positivas y prohibiciones que permiten comprender la persistencia de ciertos rasgos dellenguaje o la inestabilidad de términos o de grupos de términos. En el transcurso de una reciente sesión del Círculo Lingüístico de Nueva York, Julien Bonfante ilustraba este punto de vista recordando la etimología del nombre del dios en ciertas lenguas romances el griego o£;0C da en italiano, español y portugués zio y tío: Bonfante añadía que en ciertas regiones de Italia, el tío se llama barba, la“barba” el “divino” tío ¡Cuántas sugestiones aportan estos términos al sociólogo! Vienen a la memoria de inmediato las investigaciones del deplorado Hocart sobre el carácter religioso de la relación avuncular y el robo del
1 Publicado con igual título en Word, Journal of the Linguistic Circle of New York, vol.1, n°2, ag. 1945, pp. 1-21. 2 “Rapports récls et pratiques ...”, en Sociologic etAnthropologie, París, 1951. 3 O. Schrader, Prehistoric Antiquites of the Aryan Peoples, trad. De F. B. Jevons, Londres, 1890, cap. XII, 4° parte.
4 O. Schrader, loc. cit.; H. J. Rose, “On the Alleged Evidence for Mother-Right in Early Greece”, Folklore, 22, 1911. Sobre este problema, véanse también las obras más recientes de G. Thomson, partidario de la hipótesis de supervivencias matrilineales.
1www.philosophia.cl / Escuela de Filosofía Universidad ARCIS.
sacrificio por los parientes maternos5. Sea cual fuere la interpretación que convenga dar a los hechos recogidos por Hocart (la suya no es, por cierto, enteramente satisfactoria), es indudable que el lingüista colabora en la solución del problema al revelar, en el vocabulario contemporáneo, la persistencia tenaz de relaciones desaparecidas. Almismo tiempo, el sociólogo explica al lingüista las razones de su etimología y confirma su validez. Hace menos tiempo encarando el problema como lingüista, Paul K. Benediet ha podido hacer una contribución importante a la sociología familiar de los sistemas de parentesco del Asia del Sur6.
Al proceder de esta manera, no obstante, lingüistas y sociólogos siguen adelante independientemente...
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