Filosofía De La Vida Cotidiana

Filosofía de la vida cotidiana
Rafael Alvira
Habitar, trabajar, vivir
Utilizamos en muchas ocasiones el verbo volver a ir, pero no decimos únicamente he vuelto ya que en un sentido verdadero solo se puede volver a casa. Por otro lado la libertad consiste en salir, cuando viajamos estamos permanentemente saliendo, lo que inspira una inigualable sensación de libertad. En la aventura y en elviaje tenemos la alegría de vivir.
Desear es vivir en el tiempo, ya que solo tiene sentido desear cuando todavía no tenemos lo que queremos. Así pues cuando tenemos algo de lo que no queremos desprendernos, cuando se nos quita el interés por seguir viajando, hemos superado el tiempo.
Habitar significa tener, con continuidad, es el único lugar al que se puede volver porque es el único que semantiene igual. Ahí habito. Si yo habito como consecuencia de que soy un trabajador, el trabajo pierde su sentido y nunca llego tener una verdadera casa. Habitar es poseer y lo que se posee se cultiva.
La vida humana aparece cuando se creas un espacio entre las personas, cuando hay una relación de afecto entre ellas. Por otro lado la luz es la palabra, cuando me relaciono con alguien que amo entoncesdigo, digo algo con sentido. El lenguaje es el símbolo de habitar, el indicativo que muestra cual y de qué manera es mi casa. Las personas que mas a fondo viven y transmiten vida son las que consiguen la espectacularidad y el contenido con el trabajo y en la casa.

El arte de invitar
Una tarjeta de invitación es un mero recordatorio que actualiza nuestro afecto por alguien o algo, la respuestaes la actitud atenta, el simbolismo del vestir y el reposo en el estar. El que invita tiene algo que ofrecer, por eso invita, pero al mismo tiempo desea la respuesta, la aceptación. La invitación no se impone.
Por otro lado, esta claro que no hay respuesta posible sin invitación, pero no siempre toda oferta es correspondida, en cualquier caso lo que se pretende no es solo dar o recibir algo sinosuscitar un diálogo. El que invita dice, y al hacerlo, abre una luz, pero la palabra le sale precisamente por su afecto hacia el que escucha.
Vivir en plenitud queda reservado a los que saben dialogar, pero para ello, hace falta saber invitar. La sugerencia del invitar es lo que llamamos el insinuar, es la antesala y es lo que nos atrae. La sonrisa es el gesto que, por excelencia, invita.
Asídecimos que no es la mera materialidad de los bienes presentes lo que constituye la fiesta, sino el modo de ofrecerlos, el arte con el que se hace la invitación. Por eso es importante tomarse tan en serio cómo y a quién se invita, y cómo y de quién aceptamos la invitación, pues siempre hay alguna eternidad esperando hacerse presente en ella.

La pasión de jugar
El jugar se considera como unsímbolo del vivir, nada hay de extraño en que pasión y juego vayan siempre unidos, pero la pasión del juego puede convertirse en enfermedad. La ludopatía, la enfermedad de la adicción al juego, es posible porque jugar es bello y necesario. Hay que vivir, hay que jugar, y además con pasión. El problema no esta en el juego, ni en la pasión, sino en la pérdida del sentido del uno y la otra.
Podemoscomparar el juego con su contrario: el trabajo. Hay quien convierte su trabajo en juego, y quien por el contrario convierte el juego en trabajo (siendo este caso más grave). Se da el caso de quien puede ganar mucho dinero con el deporte, la vida deportiva se convierte para ese jugador en verdadera profesión, pero la dedicación nada dice en contra del espíritu
lúdico. La cuestión no esta, por tanto,en la profesionalización, sino en el espíritu con que se vive.
Todo juego es la unidad de la aventura y la paz, al jugar objetivo el vivir, y así, aprendo mejor lo que es. Necesitamos tener una esperanza de novedad y seguridad y un mínimo diálogo.
Cuando caemos en el aburrimiento es cuando acudimos a los juegos, ya sean buenos o malos.
La vida humana es un juego que sólo se puede ganar si se...