Filosofía y diferencia ontológica.








Filosofía y diferencia ontológica.


Alejandro Escudero Pérez.



Hay un supuesto o premisa de todo lo que vamos a decir del que ahora no podemos dar cuenta: entendemos que la filosofía, primariamente, tiene que ver con algo así como la cuestión o el problema del ser; la filosofía es, cuando se comprende a sí misma en sus posibilidades más originarias, ontología.El término "ser" designa, pues, su "campo temático", en la medida en que esta expresión sea adecuada.

Sin desarrollarlo más también diremos que a nuestro juicio los cuatro problemas básicos de la ontología son: la diferencia del ser, la unidad del ser, su multiplicidad y, finalmente, la verdad del ser. Estos serían los cuatro temas de la ontología tomada en su más extrema pureza.

Nuestropropósito es abordar algunos aspectos del primer problema. Si conviene siempre empezar por él es porque proporciona valiosas orientaciones respecto a cómo encarar los otros tres. Además, en él se dirime, más que en los demás, cuál sea el estatuto propio de la filosofía, como saber y como investigación. En 1970 Gustavo Bueno publicó un libro con el título El papel de la filosofía en el conjuntodel saber, y es esto, precisamente, lo que consideramos que está en juego en la cuestión que nos proponemos debatir. Lo que nos ha sugerido traer a colación a Gustavo Bueno no ha sido solo el título de su libro; en él proponía una interesante distinción que, en parte y con los oportunos matices, puede coordinarse con lo que vamos a defender. El profesor Bueno distingue dos niveles en el saber; porun lado habla de los múltiples saberes de primer grado, y por otro, de un saber de segundo grado que brota en medio de aquellos con la finalidad de realizar su crítica racional. Nosotros diremos que los saberes de primer grado son los saberes ónticos, y que el saber de segundo grado -el saber filosófico- es un saber ontológico. Al final de nuestra exposición intentaremos precisar esto un poco más.Es bien sabido que la expresión "diferencia ontológica" procede de Martin Heidegger. La acuñó en 1927, durante las clases del semestre de verano; en ese mismo año, y como también es conocido, había publicado, en la primavera, una parte de una investigación denominada Ser y tiempo, que pretendía relanzar y revitalizar el carácter ontológico de la filosofía. En este tratado, es cierto, en ningúnlado puede leerse la expresión de marras, pero lo cierto es que está claramente implícita en su planteamiento y desarrollo. En el §2 se dice: «Lo puesto en cuestión es la pregunta que tenemos que elaborar es el ser, aquello que determina al ente en cuanto ente, eso con vistas a lo cual el ente, en cualquier forma que se lo considere, ya es comprendido siempre. El ser del ente no "es", él mismo,un ente». Importa, en este momento inicial, destacar ante todo dos cosas:

1ª. Se denomina "ser" a lo que determina a los entes; aunque este término, desde luego propicio a la mal interpretación, no lo emplea aquí Heidegger diremos: lo que denominamos "ser" es "causa" (en griego: aitía).

2º. Lo llamado "ser" es siempre ser de los entes, pero no es otro ente, por ejemplo, un ente de rangosuperior etc.

Todo acercamiento a la cuestión de la diferencia inevitablemente pasa por, al menos, mencionar a Heidegger e incluso empezar por él, como hemos hecho nosotros; esto no implica, desde luego, coincidir con él en el modo en que la plantea y la desarrolla. Aún así, y es lo que queremos resaltar, sería ridículo pensar que este asunto es un "invento suyo" o algo de este cariz. Si es unacuestión digna de solicitar nuestros esfuerzos nunca lo será porque incumba a algo así como "la filosofía de Heidegger". Si lo que ahí se dirime, en el fondo de esa expresión, es relevante, lo es porque de algún modo está allí donde hay, ha habido y habrá lo que denominamos con la expresión griega "Filosofía". Podría mostrarse que en el poema de Parménides (cuando la diosa nos planta ante dos...