filosofía

El capítulo quinto se desarrolla bajo el título “Ciudadanos del mundo”, y es ese mismo nombre el que la autora sugiere para llamar al tipo de ciudadanos que las democracias necesitan y las escuelasdeberían formar. Se trata de una educación que capacite a los individuos para convivir armónica y solidariamente en sociedades cada vez más heterogéneas y complejas, y no sólo como miembros dedeterminado país o región.
Nussbaum señala que dicha educación para la ciudadanía mundial “es un tema amplio y complejo que debe abarcar los aportes de la historia, la geografía, el estudiointerdisciplinario de la cultura, la historia de los sistemas jurídicos y políticos y el estudio de la religión, todo ello en mutua interacción y complejidad creciente conforme va aumentando la madurez de losalumnos”. También se le asigna gran importancia a las lenguas extranjeras y a la historia económica, entre otros contenidos.


“Cultivar la imaginación: la literatura y las artes”, es elnombre del capítulo sexto. En él se hace referencia a la importancia que reviste la “imaginación narrativa” (p. 132-133, comillas en el original), es decir, la capacidad de ponerse en el lugar de otroser humano, que va de la mano de la comprensión de ese “otro”. Este sería un factor esencial para la formación de los ciudadanos del mundo, que permitiría ver a las personas como seres humanos libres,capaces de albergar intereses, sentimientos e ideas que muchas veces coincidirán o no con las de los demás, y no como una cosa, un objeto manipulable o que se puede dominar. Para ello, las artes yla literatura son herramientas primordiales y Nussbaum lo explica claramente en su exposición, partiendo del juego en los niños y en los adultos así como también dando respuesta a las críticas quesuelen hacerse respecto a lo costoso que sería enseñar arte en las escuelas en especial en momentos de crisis económica.



Finalmente, en el séptimo capítulo, titulado “La educación...