filososfia y medio ambiente

FILOSOFÍA Y MEDIO AMBIENTE
Hasta hace cien años, en estas tierras se escuchaba el golpeteo del agua contra las piedras, el retozar de las
manadas de venados y pecaríes, el agudo rugir de los tigrillos y las constantes sinfonías de los pájaros que
contrastaban con el cascabelear de los guaduales por acción de los vientos. Todas estas melodías de la
naturaleza fueron cambiadas por el crepitarde las quemas y el canto de las hachas impulsadas por el hambre
de nuestros patriarcas, que buscaban en las tierras de la Patasola y la Madremonte las esperanzas que la
violencia les había arrebatado.
De este modo, el hambre, el miedo y la ignorancia convertían a los grandes árboles en sillas, casas, camas y
otros objetos; mientras que los animales constituían el plato principal de muchasfamilias campesinas, y sus
pieles apenas mitigaban la voracidad de la vanidad extranjera. Españoles y colonos constituían una marabunta
que arrasaba con toda la flora y fauna que encontraban a su paso, para transformarla luego en un paisaje
caprichoso de la “racionalidad” humana: los robles y los guaduales fueron convertidos en cafetales y platanales;
los venados y tigrillos, en vacas y caballos;y las tórtolas y collarejas, en gallinas y piscos.
Sin embargo, el campesino aún conservaba cierto respeto por la naturaleza, reflejado en los trágicos desenlaces
de las leyendas cuando alguien tomaba de la naturaleza más de lo que necesitaba. En ciertas regiones, el
colonizador, antes de talar y quemar un terreno, practicaba un largo ritual exorcista para evitar que la Patasola ,
laMadremonte, el Duende o el Mohán lo callaran para siempre en el silencio de la selva.
Pero hace poco, este respeto y convivencia que el campesino había logrado con la naturaleza fueron tachados
de ingenuidad, pues las promesas monetarias que ofrecían los monocultivos y las técnicas importadas de
aprovechamiento de terrenos “erradicarían” la pobreza e ignorancia con que los gringos nos han caracterizado.Viéndolo bien, no se sabe quién es más ignorante: o nosotros porque creemos que lo importado es lo mejor, o
los extranjeros porque todavía no han querido aprender de nosotros.
En la actualidad, nos damos cuenta de que aquellas viejas promesas sólo eran cantos de sirena que
enceguecieron a gran parte del campesinado en Latinoamérica, y por consiguiente lo arrojaron en un descarado
esclavismoeconómico: el campesino actual ya no trabaja para llenar su estómago y el de su familia, sino para
atiborrar los bolsillos de las fábricas de pesticidas y abonos, y peor aún, para enriquecer a un Gobierno que día a
día inventa más impuestos para engordar su corrupción. Todos estos hechos, combinados con una violencia
incierta, sitúan al agricultor en un dilema: o esperar la muerte, o huir paraseguir sobreviviendo.
Diariamente vemos en los noticieros a agricultores que, por una parte, han tenido que arrinconar sus azadones
para empuñar los fusiles; y, por otra parte, diariamente presenciamos con tristeza el desfile de las caravanas de
familias campesinas aterrorizadas que, al igual que el judío errante, no tienen rumbo fijo. La tierra en las uñas es
sólo el único recuerdo que uncampesino desplazado tiene de su propiedad.
Por otro lado, los pocos terrenos baldíos, que son el último refugio de una flora y fauna desplazada por el
hombre, son desesperadamente hostigados por un latifundismo y narcotráfico que se nutren de la miseria de los
desplazados de los campos y excluidos de las ciudades.
Todo lo anteriormente dicho trae a colación las siguientes observaciones: Por unlado, varias de las
innovaciones técnicas en el campo de la agricultura (los monocultivos) son sólo modas traídas por los gringos
que dejan como consecuencia la erosión del terreno y la expansión de plagas más dañinas que las mencionadas
en la Biblia. Por otro lado, como colombiano me duele ver que este Gobierno cada vez nutre los capitales de los
monopolios extranjeros con sus “formidables”...