Final del open de Australia
Al borde de las lágrimas y lesionado en la espalda, Rafael Nadal pierde 6-3, 6-2, 3-6 y 6-3 la final del Abierto deAustralia contra Stanislas Wawrinka, desde el lunes número tres del mundo. Durante el entrenamiento de la mañana, el número uno empieza a tocarse laespalda después ejercitarse en el servicio. Aunque esto no parece afectar en el inicio del duelo, que monopoliza su contrario con un arranquefantástico, se le ve impedido a partir de la segunda manga. El español llama al fisioterapeuta. Se toma su tiempo en el vestuario y la gente lo recibe devuelta en la pista entre abucheos. Al poco vuelve a ser atendido, esta vez ya sobre el cemento, y con el servicio encadenado por el dolor: Wawrinkaempieza a enfrentarse quites que bajan hasta el lento abismo de los 123 km / h. Sólo el ataque de nervios del suizo permite al español apuntó unparcial. Irremediablemente, el mallorquín se despide del sueño de igualar los 14 grandes del estadounidense Pete Sampras y acercarse a los 17 deFederer.
El inicio del suizo es fantástico. Pleno de fuerza y concreción, Wawrinka ataca el drive de Nadal y no se deja abrumar sobre el revés.Armado por un brazo poderoso y parapetado en un torso hercúleo, Wawrinka domina la bola alta del drive del español para poner a correr con suslanzamientos. Es un Wawrinka fantástico, atrevido y sin muestras que le pese al escenario, ante lo que parece en principio, una Navidad de cuerpo entero
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