Final



FINAL DE “LOS OJOS DEL PERRO SIBERIANO”
Una semana después de ir a casa de Ezequiel en donde me tocó la Suite No. 1 en Sol mayor de Bach, lo internaron.
Yo tenía la intuición de que sería laúltima vez en que lo internarían, es decir, sentía cerca su despedida.

Pasó una semana y Ezequiel parecía cada vez más débil. Decidí ir a verlo, él podía estar hablando normalmente y de repenteperder el hilo de la conversación. La abuela estaba ahí cuidando de él, ella y yo seriamos los únicos en estar con él hasta el final. De repente mi hermano empezó a delirar, me sonrió, me apretó la mano,cerró los ojos y se quedo dormido por un largo tiempo. Mi abuela se espantó al pensar que ya jamás los volvería a abrir, pero yo… yo no sentía lo mismo, me sentía confundido porque mis instintosdecían que sería la última vez en verlo, pero por otro lado, sentía que sólo era mi imaginación.

Después de dos días, los médicos me llamaron para informarme de su estado de salud. Estuve al borde dedesmayar:
-¿Cómo que se equivocaron? ¿Cómo que todo fue un error? ¿EZEQUIEL NO TIENE SIDA?- Pregunté con un alto volumen de voz.
El médico no sabía ni de qué manera mirarme a los ojos, me respondiódiciendo que fue un grave error, ni siquiera se explicaban el porqué se habían equivocado de una manera tan enorme al detectar dicha enfermedad. Y efectivamente, cómo lo habían anunciado a la sociedadmis padres, mi hermano mayor tenía leucemia. Yo sabía que no dejaba de ser una enfermedad grave, pero también sabía que esa no era mortal.
Pasaron semanas, meses y Ezequiel pudo completar surecuperación, pasó por tratamientos sumamente pesados pero logró salvarse.

Mi abuela y yo seguimos a su cuidado, vivíamos en su casa y bueno, por primera vez en nuestra vida teníamos comunicación y amor en elhogar en donde dormíamos.
Mis padres se enteraron que Ezequiel no había muerto, y en seguida fueron a visitarnos, sorprendidos como todos, nos pidieron una explicación de lo ocurrido. Les...