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La inflación: ¿A ritmo lento?

A diario, la ciudadanía se queja de los constantes incrementos de precio de productos y servicios, especialmente de la canasta básica. Sin embargo, según InstitutoNacional de Estadística y Geografía (Inegi) los índices inflacionarios subieron de manera “leve”.
¿Realmente nos afecta? ¿Es un aumento significativo? En mi opinión son medidas verdaderamentelamentables de nuestra política económica, que a los consumidores finales termina por afectar terriblemente.
A nivel industrial el aumento en las tarifas de energía y va a repercutir directamente en elaumento de precios subyacente para las familias mexicanas, y es una consecuencia lógica, porque no le puedes pedir a la industria que absorba una pérdida de esa magnitud, ni el mal manejo fiscal por partedel gobierno, de lo contrario en el sentido de reducir costos y no incrementar los precios finales, las empresas comienzan los tan temidos recortes de personal para poder seguir siendo competitivasen el mejor de los casos, y en el peor de los escenarios, proceden con el cierre definitivo de plantas o unidades de negocios… Resultado de la ecuación = Mayor desempleo = menos consumo = menorcrecimiento económico = menor calidad de vida (que en este tercer trimestre ya disminuyo un 6%).
Considerando que este año el aumento al salario mínimo fue de 3.9 %, una vez más el gobierno nos quedadebiendo o peor aún nosotros terminamos perdiendo, porque nuestro salario aumentó menos de lo que han aumentados los precios en lo que va en el tercer trimestre del año, con lo que las familias mexicanascontinúan perdiendo su poder adquisitivo y el país en una latente desaceleración económica que no tiene fin. ¿A dónde vamos a parar?
Respuestas para este escenario hay muchas… Que si urge aumentarla recaudación, que los aumentos de los hidrocarburos son inevitables, que todo lo que paguemos se nos devuelve en beneficios sociales, etc. Pero la realidad es evidente, la falta de voluntad...