Fito Páez, El Amor Después Del Odio
Este disco cumple 20 años por estos días, y los reportajes sobre su gestión han circulado bastante estos días. Uno de estos, publicado hoy en el diario La Terceramotivó la duda de un amigo que me preguntó si fue cierto que discutió con el público chileno alguna vez, lo que me incentivó a retratar un fenómeno que ahora entra en el campo de lo anecdótico,gracias a un positivo cambio en el público chileno: la mala onda que despertaba la figura de Páez en el medio chileno.
Algo tuvimos (o tenemos aún) con los argentinos, tanto por la arrogancia oenvidia por sus facciones físicas. Acá algunos músicos se ganaron una mala onda incomprensible por algún rato por culpa de estas discusiones absurdas, y uno de los que se llevó los laureles de odio fueFito, en gran parte, por ser el que se salió con las suyas a mediados de los ’80 al hacerse de un proyecto solista, venir a Chile con shows especiales como el que presentó junto a Luis Alberto Spinettapara presentar “La, la, la” (1986) y parecer una señora de edad cuando se maquillaba en exceso. Comentarios extramusicales que solo pasaban por alto aquellos mayores seguidores del rock en español,convirtiendo a Páez en una figura casi underground dentro del montón de bandas y solistas que llegaban allende Los Andes en los tiempos del boom del Rock Latino (léase GIT, Fabiana Cantillo, Soda Stereo oVirus), respetado por quienes admiraban también a Spinetta, Sumo y sabían que Charly García era más que “Estoy verde…”.
Sin embargo, Fito tuvo siempre buena sintonía con el público chileno....
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