FLORECILLAS
Las Florecillas de san Francisco
Traducción en lengua vulgar de
Actus Beati Francisci et Sociorum eius (s. XIV)
Por gentileza de
www.fratefrancesco.org
Las Florecillas de San Francisco
Autor anónimo de la primera mitad del siglo XIV
En el nombre de nuestro Señor Jesucristo crucificado y de su madre la Virgen María.
Este libro contiene ciertas florecillas, milagros y ejemplos devotos del glorioso pobrecillo de
Cristo messer San Francisco y de algunos de sus santos compañeros. En alabanza de Cristo.
Amén
CAPÍTULO I
Los doce primeros compañeros de San Francisco
Primeramente se ha de considerar que el glorioso messer San Francisco, en todos los
hechos de su vida, fue conforme a Cristo bendito; porque lo mismo que Cristo en el comienzo
de su predicación escogió doce apóstoles, llamándolos a despreciar todo lo que es del mundo y
a seguirle en la pobreza y en las demás virtudes, así San Francisco, en el comienzo de la
fundación de su Orden, escogió doce compañeros que abrazaron la altísima pobreza.
Y lo mismo que uno de los doce apóstoles de Cristo, reprobado por Dios acabó por
ahorcarse , así uno de los doce compañeros de San Francisco, llamado hermano Juan de
Cappella, apostató y, por fin, se ahorcó . Lo cual sirve de grande ejemplo y es motivo de
humildad y de temor para los elegidos, ya que pone de manifiesto que nadie puede estar seguro
de perseverar hasta el fin en la gracia de Dios. Y de la misma manera que aquellos santos
apóstoles admiraron al mundo por su santidad y estuvieron llenos del Espíritu Santo, así
también los santísimos compañeros de San Francisco fueron hombres de tan gran santidad,
que desde el tiempo de los apóstoles no ha conocido el mundo otros tan admirables y tan
santos.
En efecto, alguno de ellos fue arrebatado hasta el tercer cielo, como San Pablo, y éste
fue el hermano Gil; a otro, el hermano Felipe Longo, le fueron tocados los labios con una brasa,
como al profeta Isaías; otro, el hermano Silvestre, hablaba con Dios como lo hace un amigo con
su amigo, como lo hacía Moisés; otro volaba con la sutileza de su entendimiento hasta la luz de
la sabiduría divina como el águila, o sea, Juan Evangelista, y éste fue el humildísimo hermano
Bernardo, que explicaba con gran profundidad la Sagrada Escritura; otro fue santificado por
Dios y canonizado en el cielo cuando aún vivía en la tierra, y éste fue el caballero de Asís
hermano Rufino. Y así, todos se distinguieron por singulares señales de santidad, como se irá
viendo seguidamente.
CAPÍTULO II
Cómo messer Bernardo, primer compañero de San Francisco, se convirtió a penitencia
El primer compañero de San Francisco fue el hermano Bernardo de Asís, cuya
conversión fue de la siguiente manera: San Francisco vestía todavía de seglar, si bien había ya
roto con el mundo, y se presentaba con un aspecto despreciable y macilento por la penitencia;
tanto que muchos lo tenían por fatuo y lo escarnecían como loco; sus propios parientes y los
extraños lo ahuyentaban tirándole piedras y barro; pero él soportaba pacientemente toda clase
de injurias y burlas, como si fuera sordo y mudo. Messer Bernardo de Asís, que era de los más nobles, ricos y sabios de la ciudad, fue poniendo atención en aquel extremo desprecio del
mundo y en la gran paciencia de San Francisco ante las injurias, y, viendo que, al cabo de dos
años de soportar escarnios y desprecios de toda clase de personas, aparecía cada día más
constante y paciente, comenzó a pensar y decirse a sí mismo: ...
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