Florestan fernandes

NOSOTROS Y EL MARXISMO
Florestan Fernandes
Sociólogo brasileño (1920-1995) Militante de las causas públicas como la educación gratuita y universal, las políticas afirmativas, la reforma agraria, su obra está siendo redescubierta por las nuevas generaciones de brasileños en las universidades y en los movimientos populares, como el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST) y la organizaciónConsulta Popular. Autor, entre otras muchas obras, de: A etnologia e a sociologia no Brasil (1958); Fundamentos empíricos da explicação sociológica (1959); Mudanças sociais no Brasil (1960); A integração do negro na sociedade de classes (1964); Sociedade de classes e subdesenvolvimento (1968); A investigação etnológica no Brasil e outros ensaios (1975); A revolução burguesa no Brasil (1975).Traducción de Boris Inti Chamani Velasco1

NOTA EXPLICATIVA Entre las discusiones ideológicas sobre la crisis del marxismo, sobresale una tendencia: aquella que afirma la idea de que «Marx está superado», independientemente del valor intrínseco de sus ideas. Él solamente podría haber tomado en cuenta las condiciones en que aparece y se desenvuelve inicialmente el capital industrial. Luego,posteriormente, el capital sufrió sucesivas transformaciones tecnológicas, organizativas y se internacionalizó, acompañando la evolución del mercado mundial. En consecuencia, las ideas de Marx valen tanto teórica como prácticamente para el “capitalismo de su época”. Sería inútil pretender encuadrar la realidad en fórmulas que no poseen más existencia real. Para establecer la validez del marxismo en laeconomía o en la práctica política revolucionaria, sería preciso construir una nueva teoría revolucionaria y una nueva praxis, que mantuviesen algunas premisas de las ideas originarias de Marx, pero que partiesen de la situación existente. Poder llamar a tales revisionistas como “revisionistas orgánicos” –y el prototipo continúa siendo Bernstein, no obstante la envergadura de la revisión en nuestrosdías, aleja mucho más la teoría de la práctica. Sin embargo, esa teoría se propone un objetivo que no caía en el horizonte intelectual de Marx, o sea, edificar una ciencia de la economía; y la “nueva práctica” se pierde en el retroceso (o aburguesamiento definitivo) del socialismo reformista (como “socialismo democrático” tout court). No pretendo levantar aquí una discusión sobre estas doscuestiones. La crisis del marxismo hoy afecta muchos factores que no pueden ser evaluados simplemente en un pequeño artículo. Y lo esencial para quien se coloca en una posición verdaderamente marxista, consiste aún en separar aquello que en esta crisis procede del crecimiento inevitable del marxismo, en las condiciones revolucionarias actuales, de la mistificación ideológica que intenta hacerse pasar por“marxismo”, y que asume varias formas (a partir de la Europa y de los Estados Unidos o, también de los países en transición hacia el socialismo). Dentro de una posición marxista coherente, la crisis es un proceso normal y necesario – y no presupone la negación de las “ideas de Marx”. Si se considera que Marx investigó no sólo el capitalismo de su época, sino también las condiciones objetivas deproducción y reproducción de la acumulación capitalista acelerada, solamente sería posible negar “sus ideas” si el capitalismo se hubiese vuelto su propio contrario, o sea, si la plus-valía relativa, la
Título original en portugués: Nós e o marxismo, 1ra. Ed., Sâo Paulo, Expressâo Popular, 2009, 56 p. (La primera edición salió bajo el título “Marx Hoje” en: Revista Nova Escrita Ensaio, São Paulo,1983, p.125-146). Agradecemos a Heloísa Fernandes la autorización y revisión de esta traducción, hecha en Bolivia en 2010 y dedicada a la “Escola Nacional Florestan Fernandes” (ENFF) del MST-Brasil, en señal de militante agradecimiento, y con el propósito deliberado de difundir en español el pensamiento de F. Fernandes: “¡Contra la intolerancia de los ricos, la intransigencia de los pobres!”
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