Fordimos

Corto Transcurso

Caminaba por una calle, aquella de las veredas levantadas.
Seguí fijo mi rumbo, iba directo a la cantina…, llovía, fuertemente, la noche caía también con aquellas gotas, aquella noche de frío, donde confundía mis expulsiones de tabaco con el aire.
Tiré la colilla de cigarrillo a la calle húmeda, cerré el paraguas y entré a la cantina.
Apenas adentro, escuchaba solomúsica, de aquel pianista que no paraba de tocar. Me senté en una mesa, solo. Llegó el mesero, le dije: “una botella de medio”, de tinto…, cualquiera, no más de 10 pesos. Serví mi primera copa, y comencé a observar el entorno, la gente balbuceaba bajo. Me fijé especialmente en la barra, allí había una mujer, la veía de lado, cruzaba las piernas cubiertas de medias caladas, negras, muy sensuales.
Tomabawhisky, al parecer. A su lado había un tipo, de pelo largo y enrededado; tenía la cabeza apoyada en la barra y se afirmaba de un vaso, al parecer dormía.
Había pasado tiempo, acababa de pedir otra botella, y observaba atento a la barra. De pronto llegó otro tipo; entró, dejó su impermeable verde botella en aquel perchero, se sentó al lado de la mujer, le ofreció un trago, ella aceptó. El tipo lehablaba, pero ella no pronunciaba palabra ninguna palabra.
El otro tipo seguía sentado, con la cabeza apoyada en la barra y afirmado al vaso, la mujer sensual a su lado, la cuál era colindada por aquel tipo que ya no tenía puesto si impermeable verde botella, él trataba de hablarle pero ella estaba con la mirada fija en la nada.
La gente buena comenzó a irse, quedó poca gente, el pianistaseguía tocando, nunca paró de tocar, y… repentinamente llega otro tipo, se sentó al lado del que ya no tiene impermeable, se sentó. Apenas se sentó, el tipo que al parecer dormía despertó, se paró de cabeza agachada, su rostro lo cubría su largo pelo sucio y negro.
Tomé unos sorbos de vino, luego indiqué mi mirada hacia la barra; el tipo de pelo largo ya no estaba, solamente quedaba aquella mujer, elsin impermeable ya no estaba, él que llegó último aún estaba ahí, entre la mujer y aquel hombre los separaba un solo asiento, yo no sabía la razón de la partida del hombre del impermeable.
Quedaba poca gente en la cantina; unos mozos, una que otra pareja, los clásicos ebrios, éramos pocos. Yo seguía observando la barra donde ya nada ocurría. La gente casi no hablaba, solo se escuchaba elpianista que no paraba de tocar. Eran ya las tres de la mañana, tuve un extraña sensación, una semana de angustia, no sabía porque. De pronto aquel pianista me mira a los ojos achicados por el vino, terminó de tocar, se paró y se fue.
Parece que había tomado mucho, no recordaba lapsos después de que se fue este pianista misterioso, solo sé que tengo calor. Despierto ahora, realmente de verdad….

Enaquel lugar…
Desperté….
Del corto sueño de la vida…
Con total amnesia…
En el infierno…

Y no estoy solo.

Corto Transcurso

Caminaba por una calle, aquella de las veredas levantadas.
Seguí fijo mi rumbo, iba directo a la cantina…, llovía, fuertemente, la noche caía también con aquellas gotas, aquella noche de frío, donde confundía mis expulsiones de tabaco con el aire.
Tiré lacolilla de cigarrillo a la calle húmeda, cerré el paraguas y entré a la cantina.
Apenas adentro, escuchaba solo música, de aquel pianista que no paraba de tocar. Me senté en una mesa, solo. Llegó el mesero, le dije: “una botella de medio”, de tinto…, cualquiera, no más de 10 pesos. Serví mi primera copa, y comencé a observar el entorno, la gente balbuceaba bajo. Me fijé especialmente en la barra, allíhabía una mujer, la veía de lado, cruzaba las piernas cubiertas de medias caladas, negras, muy sensuales.
Tomaba whisky, al parecer. A su lado había un tipo, de pelo largo y enrededado; tenía la cabeza apoyada en la barra y se afirmaba de un vaso, al parecer dormía.
Había pasado tiempo, acababa de pedir otra botella, y observaba atento a la barra. De pronto llegó otro tipo; entró, dejó su...