Formación de vínculos de apego en niños institucionalizados

Formación de vínculos de apego en niños institucionalizados



Desde nuestro nacimiento nos vemos obligados a una dependencia absoluta hacia los demás. Esa necesaria tendencia social nos obliga a crear unos lazos afectivos recíprocos con aquellas personas que sean capaces de cubrir nuestras necesidades tanto fisiológicas, como de juego o de afecto, así como que nos garanticen unos mínimosde protección. Aunque el referente social puede ser variado y no necesariamente individual, la actitud cercana, cálida y sensible con la que responden las madres a las necesidades de sus bebés suscita que sea con ellas con quien se cree ese fundamental primer lazo afectivo.


Algunos autores indican que el vínculo de apego en la primera infancia será punto de partida y base determinante parael futuro emocional y social del niño. Según las conclusiones del psicólogo John
Bowlby, si la necesidad de apego no es satisfecha o el lazo
creado no es el adecuado en la primera infancia, ese niño y futuro adulto puede
sufrir una carencia emocional que dificultaría la posibilidad de establecer futuras
relaciones vinculares, sobre todo en los casos de niños institucionalizados. Estacondición determinista condenaría irremediablemente
a un modelo vitalicio de apego inseguro y es por lo que, en la
actualidad, el modelo educativo y organizativo en los centros de acogida de
menores se centra en asegurar al niño un estado de bienestar que, a falta de
ese referente de apego familiar, se ve sustituido temporalmente por un educador
cuya cercanía, disponibilidad y sensibilidad marcará laspautas para que esa
primera experiencia, ese primer vínculo de apego tan importante para el niño
sea garantizado y quede fijado, con lo que se asegura un desarrollo futuro
normal.


El carácter temporal de los centros de
acogida de menores plantea la dicotomía entre el determinismo de Bowlby o los
planteamientos, más flexibles, propuestos por Anna Freud. La autora se basaba
en lacapacidad potencial e innata de apego en el niño. Esa capacidad
adaptativa le facilitaría la rápida sustitución de su referente de apego actual
por otra figura de apego para poder, así, cubrir sus necesidades emocionales.
Por tanto, es obvia la necesidad de crear un punto de inflexión entre ambos.
Tan necesario es ese primer vínculo de apego como la condición innata de
adaptación del niño parala creación de nuevos vínculos de apego en sustitución
de otros. Pero ¿realmente esa experiencia primaria es determinante
para el futuro del menor?


En la actualidad España se enfrenta a una
triste realidad social que posiciona a cerca de 30000 niños bajo la tutela
estatal, bien por motivos de orfandad, menores derivados de ambientes violentos
o bien por encontrarse sus familias enriesgo de exclusión social, como es el caso
de muchos inmigrantes que solicitan la acogida temporal del menor. Lo ideal es
que el centro de acogida sea un mero puente de transición temporal, por ello se
centran en procurar una reinserción del niño al contexto familiar en la menor
brevedad posible, bien sea el volviendo a su propio hogar o a otro hogar en
régimen de acogida o adopción. El centropaliará la falta de figuras o
referentes familiares y centrará sus esfuerzos en normalizar dicha carencia con
un equipo de educadores que convivirán con los niños y participarán en sus
actividades cotidianas, no sólo centrándose en cubrir necesidades básicas de
techo y alimento, sino mostrando afecto y cercanía hacia el menor, así como
reforzando el necesario sentimiento de pertenencia. Eseesfuerzo por ofrecer
una atención de calidad, cercana y sensible aportará al menor una sensación de
seguridad que, unido a la flexibilidad del niño a la hora de establecer apego,
hará que esa condición rotatoria de los cuidadores no revierta en una sensación
de frustración en el menor y le permitirá crear unos vínculos seguros con todos
sus cuidadores aunque, al igual que ocurre dentro del...