Formadores De Valores
Hace unos días atrás bautizamos a nuestro pequeño nuevo hijo; y tal evento me hace reflexionar sobre la importancia de transmitirles o no alguna creenciareligiosa a los niños. Si bien yo crecí en un ambiente familiar no creyente y crecí atea hasta la adultez, al conocer a mi marido con su férrea fe católica debimos acordar cómo queríamos criar a nuestroshijos al respecto. Y créanme que no es un tema menor, ya que de esas decisiones se desprenden muchas veces otras como el colegio a elegir o las actividades familiares a realizar los fines de semana.Más aún como psicóloga formada en las ciencias, mi visión hacia la fe religiosa era más que fría y distante, simplemente no me llamaba la atención y nunca la sentí necesaria. Pero todo eso ha cambiadopoco a poco desde que me convertí en madre hace ya bastantes años y he visto cómo la fe ha ayudado a mi hija mayor a tener consuelo y esperanza frente a los momentos difíciles que le ha tocadoatravesar. Y he descubierto que la fe efectivamente es un factor protector de la salud mental de los niños; y también de los adultos. Factor protector que contrarresta el estrés al cual nos vemos sometidoscasi todos alguna vez en al menos, en la vida. Que ayuda a regular mejor la ansiedad del día a día incluso ya que tener una fe ayudaría a liberar endorfinas, la hormona del placer. Y leyendo algunascosas en relación a este tema he confirmado también que los niños cuyos padres profesan y practican alguna creencia religiosa son más seguros de sí mismos y de su entorno, son más positivos ante lavida y más aún, tendrían mejor conducta (autocontrol), mejor desempeño social (habilidades sociales) y hasta mayor aprendizaje escolar. (Interesados revisar por ejemplo:http://willbarnesonline.com/wordpress/2010/08/08/study-religion-is-good-for-kids/ )
El hecho es que sería mejor enseñarles a creer, que no enseñarles, ya que definitivamente es una herramienta más de apoyo para enfrentar la vida y...
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