FORMAR PARA LA ACCION: UN RETO PERTINENTE HOY

FORMAR PARA LA ACCION: UN RETO PERTINENTE HOY

El hombre es por naturaleza un ser trascendente, que avanza en un constante proceso de perfeccionamiento precisamente por ser un ser finito; es un ser destinado a conquistar una realización plena que sólo le compete en el camino de la evolución ascendente, en prospectiva, no de modo indeterminado, a la deriva, sino en cuanto ser personal quees, hacia un fin determinado, hacia su perfeccionamiento, así lo expresa Santo Tomás en la Suma Teológica: “el hombre como las demás substancias, tiende a la perfección del todo; pero fuera de esto, todo hombre tiene un fin extrínseco a sí mismo” (suma teológica, I, q 65) más allá del universo; y esto gracias al principio de su dinamismo en el tiempo y en la historia.

En consecuencia, elhombre está llamado a actuar coherentemente con su naturaleza, su ser, su origen: “Vive de acuerdo a tu naturaleza” -expresión atribuida a Santo Tomás-. Y esta vocación impresa en lo más hondo del hombre le recuerda que su destino es dirigirse libremente hacia su fin trascendente, pero sin olvidar que es dueño de sus actos, considerando que estos tienen repercusión sobre el bien o mal de lacomunidad y que en consecuencia no está ordenado al enclaustramiento de su ser sino al contrario su ser debe estar abierto a una cosmovisión orientada hacia una praxis comunitaria y social.

Este deber del hombre, de asumir su dimensión formativa como elemento indispensable de transformación no solo individual sino social, está íntimamente ligado a la Universidad como Alma Mater, como formadoraque acompaña al hombre hacia su realización humana integral y no solo como facilitadora de herramientas teórico-conceptuales y de competitividad, pues, también la forma como las personas piensan, actúan y valoran las situaciones para la toma de decisiones ajustadas a su fin humano es parte de la idea de la universidad.

En este sentido, la Universidad debe influir significativamente en elindividuo como sujeto pensante y actuante, buscando siempre armonía y coherencia entre ambos aspectos –saber y actuar- (modus vivendi). Esta filosofía denominada filosofía de la acción o acción racional, como principio ordenador de las acciones humanas con carácter ético morales, solo es posible en la medida en que el ser mismo se manifieste al hombre, y esto solo se puede dar sobre el fundamento de unaexperiencia ontológica, allí donde el hombre se encuentra para abrirse a sí mismo, al Otro, a los otros y asumir su existencia como una conquista permanente.

Aristóteles consideraba la vida teorética o contemplativa como la forma de vida más alta. Pero con Kant el conocimiento, en su último fundamento, no es ya teoría, sino una cierta operación transformadora que el sujeto cumple al elaborarel objeto, más aún, la realidad. En este sentido, el mismo filósofo alemán interpela al hombre con una sabia expresión: sapere aude, que se traduce como atrévete a saber o también ten el valor de usar tu propia razón; es una invitación a acercarnos al saber con toda confianza y libertad: “... Uno mismo es culpable de esta minoría de edad cuando la causa de ella no yace en un defecto delentendimiento, sino en la falta de decisión y ánimo para servirse con independencia de él, sin la conducción de otro. ¡Sapere aude! ¡Ten valor de servirte de tu propio entendimiento! He aquí la divisa de la ilustración...." (Kant ). En otras palabras servirse del conocimiento, equivale a asumir un estilo de vida, una praxis, un actuar en concordancia con el pensamiento y con nuestra propia realidad.Y es hacia donde se debe encaminar toda labor dentro del proceso educativo formativo, a transformar trascender “El núcleo definitorio, organizador de la vida humana no se encontrará ya en la actitud teorética, sino en este especial forma de actividad, de praxis” (Carpio 2004 p.212). Goethe (1808) en una escena del fausto se encuentra con el texto bíblico de San Juan que comienza con las...