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Buenas, compañeros y tutora.
En general, estoy muy de acuerdo con el uso del refuerzo positivo (ver Ormrod, 2008) como estrategia para la enseñanza, sobre todo como alternativapara el uso del castigo, el cual sigue siendo la estrategia predominante en muchos casos. Creo que, en la práctica, la aplicación del condicionamiento operante en la escuela seentiende muy bien con los planteamientos del aprendizaje significativo, tan en boga estos días. Por supuesto son dos planteamientos teóricos muy diferentes, pero en la prácticaambos apuntan a la necesidad de motivar a los estudiantes creando relaciones sólidas entre el aprendizaje y la realidad del estudiante.
También comparto la necesidad de definir unalínea de base antes de dar inicio a una unidad didáctica o al año escolar, por ejemplo, a través de evaluaciones diagnósticas o autoevaluaciones de los estudiantes. A partir deesa primera medida es posible determinar cuantitativamente los avances en el proceso educativo. Recuerdo en particular una frase del psicómetra Thorndike que repetían mucho en misaños de universidad: “todo lo que existe existe en alguna medida”. El conductismo sobresale por su precisión, frente a otras perspectivas más orientadas hacia lo cualitativo.
Eigualmente, me parece importante establecer conductas objetivo y planes para el desarrollo progresivo de tales conductas, aunque se trate de aprendizajes complejos; este principioconductista para el diseño instruccional, junto con la línea de base, le dan un norte a la labor del docente y compagina muy con las políticas educativas actuales (como la delMinisterio de Educación de Colombia), el cual exige a los docentes el cumplimiento de objetivos precisos establecidos por lineamientos y estándares para la mayoría de las asignaturas.