Fotografiar Del Natural. Henry Cartie-Breson

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Henri Cartier-Bresson


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Maria Roca Cabrera

Fotografiar del natural es una recopilación de escritos del fotógrafo francés Henri Cartier-Bresson. Textos breves, reflexiones y anotaciones concisas pertenecientes a un extenso periodo de tiempo que abarca cuatro décadas, desde 1952 hasta 1995. Cartier-Bresson parte de temas diversos: viajes a China, Moscú o Cuba;artistas: Alberto Giacometti, Jean Renoir, incluso amigos y colegas como Robert Capa (junto a quien fundaría en 1947 la legendaria agencia Mágnum, todavía operativa con los mismos criterios de independencia y principios básicos con que se creó), para disertar acerca de su forma de afrontar el proceso de realizar una fotografía
A pesar de la variedad de los temas, las ideas y reflexiones del artista sobrela fotografía se mantienen constantes. Voy a citar algunos como ejemplo:


“Fotografiar, es poner la cabeza, el ojo y el corazón en el mismo punto de mira”.[1]
“La fotografía atrapa el instante y su eternidad”.[2]

El objetivo de Cartier-Bresson es captar en una imagen lo que el considera el “instante decisivo”, ese momento justo en el que se capta la esencia de una escena y seconvierte en eterna.




“Fotografiar a un gran numero de personas que vivían y actuaban como si yo no hubiera estado allí”.[3]
“Lo que busco en todas partes es estar atento a la vida”.[4]

Para que poder captar ese instante fugaz con éxito, el fotógrafo ha de estar presente en la escena del crimen y al mismo tiempo, conseguir pasar totalmente desapercibido, evitando dejarhuellas que delaten su presencia, ante todo, no ha de interferir con lo que esta sucediendo, no debe formar parte activa de la acción ni alterar su devenir. Es como si robara a los protagonistas un segundo de su vida que quedará congelado para siempre, pero sin que estos sean conscientes y por tanto sus acciones no se vean afectadas. Pretende no influir en la acción que se desarrolla ante sus ojos, enéste caso ante su objetivo, como si se tratara de un hombre invisible que nos dice: ¡Mirad, esto es lo que estaba pasando en ese momento y en ese lugar, y yo lo he atrapado para vosotros!
Este aspecto podría recordarnos las pinturas de Vermeer, donde el artista se mantiene distante para aproximar al protagonista a los espectadores de su obra, es casi como mirar a través de una cerradura. Sinembargo, el fotógrafo dista mucho de ser un espía, alguien que observa escondido desde la distancia y que se limita a transcribir lo que acontece ante sus ojos como un copista, ya que cuando consigue captar el instante con éxito, la imagen resultante parece cobrar vida ante la mirada del observador, y la mayoría de veces esto sólo es posible de lograr mediante una profunda empatía y complicidad, sino intimidad, con el sujeto capturado. Así, aunque pueda parecer contrario al requisito de no entrometerse en la acción, una de las mayores virtudes de los grandes fotógrafos como Cartier-Bresson reside en la capacidad de establecer relaciones humanas con rapidez, de forma que los sujetos de la fotografía le otorguen, aún por unos momentos, su confianza para que el fotógrafo pueda “desaparecer” dela escena. Esto es fácil de apreciar en los retratos, en los que si el retratado es consciente de que está siendo objeto del escrutinio de la cámara, el resultado no miente y sufre en consonancia. Sin ésta confianza y al mismo tiempo distanciamiento del objeto, no sería posible revelar la profundidad psicológica y la fuerza vital de los grandes retratos de Cartier-Bresson. A veces, sin embargo,estos artistas-testigos dejan de ser notarios invisibles, pues dejan constancia de su presencia a través del reflejo en un cristal, o a través del cruce de miradas con los protagonistas de la escena.


“Nuestra tarea consiste en (….) fijar la realidad pero no manipularla”.[5]

El interés de Cartier-Bresson por mantenerse al margen de lo que esta ocurriendo sirve para certificar su...