Fouche

JOSÉ FOUCHE

En estos tiempos políticos la vida de José Fouché, se podría aplicar a cualquier a cualquier político de nuestra era moderna, en donde es fácil encontrarnos con traiciones, intrigas, políticos que aparentan tener un bajo perfil pero que se encuentran moviendo los hilos de la política mexicana; en ésta obra, me pude dar cuenta de que para hablar de política se debe estar dentro delos movimientos, de los partidos, junto a las personas que pretender ocupar un alto puesto en el gobierno, es decir, dentro de la política; independientemente del partido o corriente de que se trate, pareciera que para ellos es lo mismo, traicionar que apoyar a los militantes partidistas para que en un momento dado sirvan como peldaños para arribar a los puestos políticos que anhelan.
Alinicial a leer el libro, describen por llamarlo de algún modo, la media filiación y las características de un personaje de nuestra política nacional, odiado por muchos y querido por otros, la mayoría de la vieja guardia, y he de ser sincero al mencionar que entre ellos se encuentra el que suscribe, ya que debemos reconocer que es un genio de la política, tal vez un genio malévolo pero al fin y al cabogenio, me refiero a Carlos Salinas de Gortari, personaje que me vino a la mente en cuanto leí los primeros párrafos referentes a la forma de ser de José Fouché, pero he de manifestar también que la descripción narrada por Stefan Zweig, le acomodó después de terminar su mandato, cuando se fue a vivir (exiliado) a Irlanda, país en el que se refugió o se escondió, ya que no podemos calificarlo deotro modo; en aquellos entonces se desapareció de la escena política, dada su apresurada salida del gobierno, pues pesaban sobre él la muerte del candidato Luis Donaldo Colosio Murrieta y la devaluación de 1994; en el primer caso y a pesar de los secretos a voces contados tanto en las esferas políticas como en las calles por ciudadanos comunes, nunca se comprobó que él fuera el autor intelectual,incluso que de alguna forma estuviera implicado con dicho homicidio, jurídicamente hablando; y, en el segundo caso, considero que el error fue del entonces Secretario de Hacienda Pedro Aspe, ya que al anunciar que se aproximaba “una pequeña devaluación”, los grandes capitalistas ni tardos ni perezosos sacaron su dinero del país y como consecuencia sufrimos un fuerte descalabro financiero, tal vez lo“políticamente correcto” hubiera sido no anunciar la devaluación para que los grandes capitales aguantaran dicha devaluación y no sufrir aquellos embates económicos.
Regresando a nuestro tema, a Carlos Salinas, se le oía poco y se le veía menos, solo de vez en cuando aparecía en algún noticiario olvidado de nuestra televisión, siempre enfundado en un grueso abrigo de color negro, con el cuelloen alto y escondiéndose de las cámaras, tal y como lo hacia nuestro personaje José Fouché, siempre tras los personajes políticos del momento tales como Ernesto Zedillo y otros, tal vez no con la fuerza que hubiese querido, dado que fue en dicha administración que perdieron la presidencia y con ello, una gran parte del poder que tenía el partido sobre el Estado.
Después de la derrota de 1994,tuvimos un sexenio de supuesto cambio, un cambio en el que nunca vimos llegar un beneficio como mexicanos, tal vez solo algunos que como Fouché, solo llevaron agua a su molino y que aprovecharon para acomodarse haciendo grandes negocios con el gobierno, o bien para demandar juicios que la gente del gobierno del “cambio” debía perder, pues se trataba de litigar entre camaradas.
Durante dicho sexenio,nuestro personaje ayudo para que su partido se volviera a unir, ya que de alguna manera se le consideraba fragmentado en su base, en sus cimientos, logrando una recapitulación y fortalecimiento en sus filas, dando indicaciones para poner o quitar a los candidatos que formarían parte de los congresos locales y federales, así como a los que posteriormente obtendrían la gubernatura de los Estados...