fragmento cronica de una muerte anunciada
Crónica de una muerte anunciada
Clotilde Armenta creía que los hermanos Vicario le contaban a todo el mundo que iban a matar a Santiago Nasar para que alguien se losimpidiera. Creo que a diario hacemos lo mismo que los Vicarios y cómo a ellos nos va. Contamos nuestras cosas esperando que un afuera nos apruebe o desapruebe?, nos permita o nosimpida?. Esto es azar. Y en última instancia, un gran malentendido. Veamos:
"Recuerdo con seguridad que eran casi las cinco y empezaba a llover" me dijo el coronel Lázaro Aponte.En el trayecto, tres personas lo detuvieron para contarle en secreto que los hermanos Vicario estaban esperando a Santiago Nasar para matarlo, pero sólo uno supo decirle dónde.Los encontró en la tienda de Clotilde Armenta. Cuando los vi pensé que eran puras bravuconadas -me dijo con su lógica personal-, porque no estaban tan borrachos como yo creía".Ni siquiera los interrogó sobre sus intenciones, sino que le quitó los cuchillos y los mandó a dormir. Los trataba con la misma complacencia de sí mismo con que había sorteadola alarma de la esposa. -¡Imagínense -les dijo- qué va a decir el obispo si los encuentra en ese estado! Ellos se fueron. Clotilde Armenta sufrió una desilusión más con laligereza del alcalde, pues pensaba que debía arrestar a los gemelos hasta esclarecer la verdad. El coronel Aponte le mostró los cuchillos como un argumento final. Ya no tienen conque matar a nadie -dijo. -No es por eso -dijo Clotilde Armenta-. Es para librar a esos pobres muchachos del horrible compromiso que les ha caído encima. Pues ella lo habíaintuido. Tenía la certidumbre de que los hermanos Vicario no estaban tan ansiosos por cumplir la sentencia como por encontrar a alguien que les hiciera el favor de impedírselo.
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