Fragmento de mi libro El Enxiemplo de Padre

Capítulo IV: El óleo de la salvación.
Existe una historia distinta a la del machucador que se relata en el Quijote con la siguiente oración: “...y machaco tantos moros que le quedo machuca...”.Erase una vez un hombre al que llamaban Diego Pérez de Vargas, en sus tierras se contaba que el rey de Castilla Fernando III “El Santo” querría que este hombre fuese a la ciudadela de Jerez de laFrontera a matar moros.
Diego oyendo los rumores mando un emisario a las tierras de su hermano Garci en Linares a 234km de Toledo, tardó unos 2 días en llegar y dejó constancia en un diario de todo loacontecido.
Querido diario.
El primer día llegó al palacio de mi señor Diego y al instante un servidor de mi amo dijo que me esperaba para un recado corrí hacia el salón de audiencias y allí lo encontrésentado en su trono, entonces dijo que me acercase yo lo hice sin pensarlo dos veces.
Él me dijo:
Tendrás la enorme suerte de ir a Linares al castillo de mi hermano el conde de Linares.
Ve conesta carta y dile que te entregue una tonelada de aceite para hacer productos lácteos para su majestad el rey Fernando III “El Santo ” así tal vez no me lleve junto a ese arrogante de nuestro primoÁlvaro solo por ser un duque que hizo méritos en tantas batallas se ganó el puesto de comandante; a la Batalla de Jerez.
Asentí y después me entregó la misiva que debía de entregar a su hermano Garci,llegando a las caballerizas del castillo cogí un caballo de blanquecino cabello.

Me fui corriendo por un puente de madera de encina, desde allí se divisaba el agua del foso con unos peces traídos delmás recondido lugar que desgarrarían la carne de los infelices que allí cayesen.
Salí de aquel tenebroso castillo lleno de oscuridad y luces de las antorchas y solo veía el horizonte; una carreterade tierra, piedras y encinas alrededor.
Llego hoy día 1 de febrero del año 1231 a el bellísimo pueblo castellano-leonés de Pozo Seco de Don Gil desde donde llegaba a ver pude divisar la iglesia de...