Fragmento del diablo ilustrado
Hay una etapa juvenil de la vida en la que casitodos hacemos poemas; luego, en lugar de leer mucha poesía y desarrollar ese diálogo con la página en blanco, solemos caer en el pecado de abandonarla porque pensamos que no tenemos talento o porocuparnos plenamente de cosas “más terrenales” —en el peor de los casos. Una pena, porque la creación no sirve solo para comunicar lo más hermosamente posible a otros un sentimiento, sino también paradescubrirse uno mismo.
Y es que el alma humana es un laberinto que no podemos recorrer totalmente, por mucho que se camine. Piensa que desde que naciste los cinco sentidos están captando y procesandosensaciones que van a parar a zonas subconscientes; ahí almacenas toda la experiencia a que echas mano para caminar, pensar, comunicarte; pero queda muchísima información que no utilizas.
De prontodecides escribir un cuento o hacer una canción, y tu inspiración echa mano a buena parte de esa información oculta y la concreción en una obra; entonces te sorprendes: has encontrado ese otro yoescarbando en tus profundidades.
Mi gran amigo trovador dice en una vieja canción:
A mi guitarra van a dar
Cuando no tengo en qué volcar tantas caricias:
Mis manos rugen por las cuerdas,
mis torpesvoces te recuerdan
y me apodero de tu risa.
Uno a veces no sabe qué hacer con sus sentimientos; ya sea una gran incomodidad, una nostalgia o una alegría muy intensa que no encuentra oportunidad deverterla.
Si tienes el hábito de componer o hacer poemas, ese volcán interno encuentra una salida y alivia con el regocijo de definir ese estado de ánimo de convertir en algo útil para los demás...
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