Fragmento rojo y negro
Stendhal
Verrières una de las ciudades de Franco Condado. Sus casas, blancas como la nieve y techadas con teja roja. El Doubs se desliza inquieto algunos centenares de pies porbajo de la base de las fortificaciones.
Una montaña elevada defiende a Verrières por su lado Norte. Los picachos, se visten de nieve en los primeros días de octubre. Un torrente, que desciendeprecipitado de la montaña, atraviesa a Verrières y mueve las sierras mecánicas, antes de verter en el Doubs su violento caudal. La mayor parte de los habitantes de la ciudad, disfrutan de un bienestar amerced de la industria de aserrar maderas, pero, no son estas las que han enriquecido a la ciudad, sino la fábrica de telas pintadas llamadas de Mulhouse.
Aturde al viajero que entra en la ciudad eluna máquina de terrible apariencia. Una rueda movida por el torrente, levanta veinte mazos, que producen un estruendo que hace retemblar el pavimento de las calles. Fabrican diariamente una infinidadde millares de clavos. Muchachas, ofrecen al rudo beso de los mazos barras de hierro, que se transforman en clavos. Esta labor, que a primera vista parece ruda, es una de las que en mayor sorprenden ymaravillan al viajero. Si el viajero, al entrar en Verrières, siente curiosidad, y pregunta quién es el dueño de aquella manifestación del genio humano, que ensordece y aturde a las personas que subenpor la calle Mayor, le contestarán:
-¡Oh! ¡Esta fábrica es del señor alcalde!
Segundo Párrafo
Una montaña elevada defiende a Verrières por su lado Norte. Los picachos, se visten de nieve enlos primeros días de octubre. Un torrente, que desciende precipitado de la montaña, atraviesa a Verrières y mueve las sierras mecánicas, antes de verter en el Doubs su violento caudal. La mayor partede los habitantes de la ciudad, disfrutan de un bienestar a merced de la industria de aserrar maderas, pero, no son estas las que han enriquecido a la ciudad, sino la fábrica de telas pintadas...
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