FRAGMENTOS
SEGUNDA PARTE: EL FESTÍN
Ya era de noche, se escuchaban los grillos y los animales nocturnos. de repente vio un pueblo a distancia, se asoma a este y cuando llega se da cuenta que había un fiesta.
No muy lejos de esta los indígenas tenían animales cautivos para llevarlos a la fiesta y así poder cocinarlos.
después de comer, bebieron demasiado y se comenzaron a pelear cosa queprovocó que niños y mujeres lloren.
aparece un caudillo llamado Brían, que comenzó a pelear, a matar gente pero le dieron un balazo. El caudillo había matado a Chañil, que era el indio mas fuerte y las mujeres enloquecidas por lo que paso empezaron a llorar a los nobles caídos en la batalla..
Los animales salvajes empezaron con sus gemidos e irrumpían el gran silencio posterior a la batalla.TERCERA PARTE: EL PUÑAL
Luego de la batalla, todos estaban muertos tanto mujeres como varones. Detrás de la hoguera surge una figura humana con un puñal en sus manos. La persona misteriosa parece estar buscando a alguien, a una persona de largos cabellos. Se encuentra con un indígena moribundo, le clava el puñal en el pecho y huye.
la chica encuentra lo que buscaba, al caudillo Brían queestaba lleno de heridas y atado. Los indios disfrutando lastimarlo, Brían se desmaya y su amante María se llena de ira al verlo de esa manera. El caudillo espera su muerte, pero la mujer hace lo imposible para que él siga viviendo, ella corta las ataduras y él despierta. Ella le dice que se llama María y al rato se arroja a los brazos de Brían. Pero él la separa; ella le dice que ha matado por él ysu familia, el cacique Loncoy había dado muerto a su hijo, Brían se levanta y pregunta ¿a donde irán? ¿pasaron hambre y sed?; el desvalido le dice a María que huya sin él pero ella se niega y lo trata de convencer que se vaya con ella, y lo logra. Se van caminando y él le dice que no tienen mas defensa que su puñal.
Segunda parte
EL FESTIN
Noche es el vasto horizonte,
noche el aire, cielo ytierra.
Parece haber apiñado
el genio de las tinieblas,
para algún misterio inmundo,
sobre la llanura inmensa,
la lobreguez del abismo
donde inalterable reina.
Sólo inquietos divagando,
por entre las sombras negras,
los espíritus foletos
con viva luz reverberan,
se disipan, reaparecen,
vienen, van, brillan, se alejan,
mientras el insecto chilla,
y en fachinales 4 ocuevas
los nocturnos animales
con triste aullido se quejan.
La tribu aleve, entretanto,
allá en la pampa desierta,
donde el cristiano atrevido
jamás estampa la huella,
ha reprimido del bruto
la estrepitosa carrera;
y campo tiene fecundo
al pie de una loma extensa,
lugar hermoso do a veces
sus tolderías asienta.
Feliz la maloca 5 ha sido;
rica y de estima la presa
quearrebató a los cristianos:
caballos, potros y yeguas,
bienes que en su vida errante
ella más que el oro aprecia;
muchedumbre de cautivas,
todas jóvenes y bellas.
Sus caballos, en manadas,
pacen la fragante yerba;
y al lazo, algunos prendidos,
a la pica, o la manea,
de sus indolentes amos
el grito de alarma esperan.
Y no lejos de la turba,
que charla ufana y hambrienta, atado entre cuatro lanzas,
como víctima en reserva,
noble espíritu valiente
mira vacilar su estrella;
al paso que su infortunio,
sin esperanza, lamentan,
rememorando su hogar,
los infantes y las hembras.
Arden ya en medio del campo
cuatro extendidas hogueras,
cuyas vivas llamaradas
irradiando, colorean
el tenebroso recinto
donde la chusma hormiguea.
En torno al fuegosentados
unos lo atizan y ceban;
otros la jugosa carne
al rescoldo o llama tuestan;
aquél come, éste destriza.
Más allá alguno degüella
con afilado cuchillo
la yegua al lazo sujeta,
y a la boca de la herida,
por donde ronca y resuella,
y a borbollones arroja
la caliente sangre fuera,
en pie, trémula y convulsa,
dos o tres indios se pegan
como sedientos vampiros,
sorben,...
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