Francia Y El Tratado De Versalles

Respecto al Tratado de Versalles, Alemania nunca lo acepto.
La ausencia de Estados Unidos deja a nuestra nación y a Gran Bretaña como las únicas grandes potencias que tratan de construir el ordendiseñado en la Conferencia de París.
Gran Bretaña, como centro de un imperio mundial, trata de seguir su tradicional política de equilibrio continental en Europa. Trata de que ni Alemania, ni nosotrosseamos demasiado poderosos. Influenciados cada vez más por las ideas de Keynes, el Reino Unido está convencido de que solo una Alemania pacífica y próspera puede hacer frente al pago de lasreparaciones. La prosperidad germana es una premisa necesaria para el progreso económico europeo, lo que implica una postura conciliadora frente a las reticencias alemanas para pagar las reparaciones de laguerra.
Para nosotros, sin embargo, el problema alemán es la cuestión central y prioritaria. Tras algunas dudas, se impuso definitivamente la postura que defendía aplicar medidas coercitivas quedebiliten a Alemania y la obliguen a cumplir el Tratado de Versalles.
La exigencia del pago íntegro de reparaciones no solo busca rehacer el maltrecho tejido de nuestra economía, sino también debilitar ala economía germana.
Alemania desafía desde un principio nuestro intento de hacer cumplir las cláusulas de Versalles.
En 1920 se produce un intento fallido de golpe de estado en Alemania dirigido porel ultra nacionalista Kapp. Los obreros del Ruhr proclamaron la huelga general y el ejército alemán no dudo en entrar en la zona desmilitarizada para reprimir el levantamiento de los trabajadores.Nuestra reacción es inmediata y el ejército ocupa Francfort, Darmstadt y Duisburg. El desagrado británico se hace evidente y así nuestro país queda aislado entre las demás potencias.
En 1926, elTratado de Rapallo, firmado por Alemania y Rusia, es profundizado con un nuevo tratado germano-soviético.
Yo, Raymond Poincaré actual Primer ministro, me siento inquieto por las posibles consecuencias...