Francisco de Quevedo
Francisco de Quevedo
De quince a veinte es niña; buena moza
de veinte a veinticinco, y por la cuenta
gentil mujer de veinticinco a treinta.
¡Dichoso aquel que en tal edad la goza!
De treinta a treinta y cinco no alboroza;
mas puédese comer con sal pimienta;
pero de treinta y cinco hasta cuarenta
anda en vísperas ya de una coroza.
A los cuarenta ycinco es bachillera,
ganguea, pide y juega del vocablo;
cumplidos los cincuenta, da en santera,
y a los cincuenta y cinco echa el retablo.
Niña, moza, mujer, vieja, hechicera,
bruja y santera, se la lleva el diablo.
6
UN VALENTÓN
Francisco de Quevedo
Un valentón de espátula y gregüesco,
que a la muerte mil vidas sacrifica,
cansado del oficio de la pica,
mas nodel ejercicio picaresco,
retorciendo el mostacho soldadesco,
por ver que ya su bolsa le repica,
a un corrillo llegó de gente rica,
y en el nombre de Dios pidió refresco.
"Den voacedes, por Dios, a mi pobreza
-les dice-; donde no; por ocho santos
que haré lo que hacer suelo sin tardanza!"
Mas uno, que a sacar la espada empieza,
"¿Con quién habla? -le dice al tiracantos-,¡cuerpo de Dios con él y su crianza!
Si limosna no alcanza,
¿qué es lo que suele hacer en tal querella?"
Respondió el bravonel: "¡Irme sin ella! "
7
DESENGAÑO DE LAS MUJERES
Francisco de Quevedo
Puto es el hombre que de putas fía,
y puto el que sus gustos apetece;
puto es el estipendio que se ofrece
en pago de su puta compañía.
Puto es el gusto, y puta la alegría
que elrato putaril nos encarece;
y yo diré que es puto a quien parece
que no sois puta vos, señora mía.
Mas llámenme a mí puto enamorado,
si al cabo para puta no os dejare;
y como puto muera yo quemado
si de otras tales putas me pagare,
porque las putas graves son costosas,
y las putillas viles, afrentosas.
8
A UNA NARIZFrancisco de Quevedo
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un pez espada muy barbado.
Érase un reloj de sol mal encarado,
érase un alquitara pensativa,
érase un elefante boca aariba,
era Ovidio Nasón mas narizado.
Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
lasdoce tribus de narices era.
Érase un naricísimo infinito,
muchísima nariz, nariz tan fiera,
que en la cara de Anás fuera delito.
9
AMOR CONSTANTE MÁS ALLÁ DE LA MUERTE
Francisco de Quevedo
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra, que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta almamía
hora, a su afán ansioso linsojera;
mas no de esotra parte en la ribera
dejará la memoria en donde ardía;
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa;
Alma a quien todo un Dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
médulas que han gloriosamente ardido,
su cuerpo dejarán, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrán sentido.
Polvo serán,mas polvo enamorado.
10
COMPARA EL DISCURSO DE SU AMOR CON EL DE UN ARROYO
Francisco de Quevedo
Torcido, desigual, blando y sonoro,
te resbalas secreto entre las flores,
hurtando la corriente a los calores,
cano en la espuma, y rubio como el oro.
En cristales dispensas tu tesoro,
Líquidoplectro a rústicos amores,
y templando por cuerdas ruiseñores,
te ríes de crecer, con lo que lloro.
De vidrio en las lisonjas divertido,
gozoso vas al monte, y despeñado
espumoso encaneces con gemido.
No de otro modo el corazón cuitado,
a la prisión, al llanto se ha venido,
alegre, inadvertido y confiado.
11
AMANTE DESESPERADO DEL PREMIO Y OBSTINADO EN AMAR...
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