Francisco Tom S Y Valiente

Francisco Tomás y Valiente
Códigos y Constituciones (1808-1978)
El tema de esta pregunta es reflexionar sobre cuál puede ser la tradición jurídico-política de la Constitución de 1978 dentro de nuestra historia. Si pretendemos relacionar la Constitución de 1978 con las anteriores Constituciones españolas, es necesario una previa visión panorámica de todas ellas.
En efecto, negamos a la Carta deBayona de 1808, y al Estatuto Real de 1834 la inclusión en la serie histórica de nuestras Constituciones, basándonos en un precepto clásico del constitucionalismo escrito. Dicho precepto es el artículo 16 de la “Declaración de derechos del hombre y el ciudadano” según el cual la sociedad en la que la garantía de los derechos no esté asegurada ni la separación de poderes establecida no tieneConstitución. En el artículo 16 se establece la noción de mínimo constitucional, es decir, para que un texto político normativo pudiera merecer el nombre de Constitución, es necesario que existan ciertos requisitos. Los autores de la declaración de 1789 eran conscientes de un posible empleo oportunista del término Constitución. Solo será una Constitución la ley suprema de un Estado que lo organice conarreglo al principio de división de poderes y que garantice unos derechos del hombre entonces considerados como “naturales, inalienables y sagrados”. El último y tercer elemento es la necesidad de que el texto que pretenda denominarse Constitución proceda de los representantes del pueblo constituidos en Asamblea Nacional.
De ahí que textos normativos como la Carta de Bayona de 1808 o el EstatutoReal de 1834 no alcanzaran los mínimos constitucionales antes mencionados ni siquiera en sus cotas más bajas por haber sido otorgados por un poder monárquico que se consideraba titular exclusivo de la soberanía y por no garantizar derechos y libertades individuales ni regular una verdadera división de poderes. En cuanto a las Leyes Fundamentales del Nuevo Estado creado por el general Franco,estas tampoco merecieron llamarse constitución, sino que según Loewenstein, se puede denominar a este tipo de textos políticos como Constituciones semánticas, con lo cual se quiere decir que de constitución solo tienen el nombre, la apariencia y el disfraz porque esas leyes no son sino la formalización de la situación del poder político en beneficio exclusivo del general Franco.
Una vez que ya hemosdescartado estas falsas constituciones, vamos a hablar sobre la tradición textual y política en la que puede situarse la Constitución de 1978 que está sujeta a diversas interpretaciones.
1. Hay autores que argumentan que las Constituciones se contraponían unas a otras y que el criterio preferente para valorar una Constitución es el de su duración. Por ejemplo, se puede decir que las dosconstituciones que más tiempo estuvieron vigentes fueron las de 1845 y 1876 y que además estas fueron las más doctrinarias y conservadoras. Sin embargo, djando a un lado valoraciones personales, nos debemos preguntar si fueron en verdad contrapuestas entre sí. Miguel Artola, por ejemplo, argumenta que en el fondo no existió entre 1837 y 1931 más que un único texto constitucional, por lo que los conflictospolíticos no pretendieron romper nunca el pacto tácito entre moderados, progresistas y demócratas en torno a un único modelo constitucional. Lo que sí se puede afirmar es que la Constitución de 1837 establece la arquitectura que va a prevalecer en las Constituciones españolas. Sin embargo, hay dos objeciones acerca de este punto de vista ya que no es posible olvidar que antes de 1837 laconstitución de 1812 ya señaló rutas constitucionales diferentes a las de 1837, por lo cual, es necesario explicar al mismo tiempo qué ocurrió con la línea iniciada en 1812. Y en segundo término, hay que recordar que la constitución de 1869 contiene peculiaridades fundamentales respecto al modelo constitucional implantado en 1837. Por consiguiente, de la afirmación de Artola solo queda en pie la idea dela...