Francofonía
Pero el francés mantiene, además, el lugar de antigua lengua dominante. Vivimos en la nostalgia del «tiempo en que Europa hablaba francés», del mundo en el que los dirigentes seexpresaban en francés, de las épocas antiguas en que primero Inglaterra, y luego la mitad de la América del Norte hablaron francés. Conservamos las heridas de las fechas que marcaron el declive progresivodel francés, 1763 en América, 1800 en Inglaterra, 1918 a pesar de la victoria, 1943, 1973 con la entrada de Gran Bretaña en el Mercado Común. Tenemos la tendencia a atribuir estas regresiones a malosgolpes de fortuna o a un pretendido sentido de la historia. Pero, en realidad, nos cuidamos bien de aplicar a la lengua los criterios y las condiciones del desarrollo sostenido. La primera de esascondiciones es demográfica. En efecto, el desarrollo de una lengua se garantiza en primer lugar por el número creciente de sus hablantes. Ahora bien, la demografía francesa no ha dejado de debilitarsedesde mediados del siglo XVIII, y nunca hemos establecido, salvo en Quebec, poblaciones de ultramar. Los quebequenses contemporáneos, quienes han establecido la supervivencia y el desarrollo de su...
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