FRANCOISE DOLTO “De la ética a la práctica del psicoanálisis en niños”

FRANCOISE DOLTO

“De la ética a la práctica del psicoanálisis en niños”

El sujeto.

Françoise Doltó manifiesta que desde la concepción, la experiencia de un individuo no puede entenderse sino como la manifestación del deseo de un sujeto. Si hay vida, esto implica que el sujeto ESTA ahí. Así es que desde su origen, todo ser humano es él mismo fuente autónoma de deseo y que su apariciónviviente en el mundo es simbólica en sí misma del deseo autónomo de asumirse.

La concepción no es solamente simbólica del único deseo del niño sino del encuentro de tres deseos: el de su padre, el de su madre y el propio, en tantos seres del lenguaje. Es el momento de la concepción el del anudamiento de tres deseos humanos y es mediante esta operación compleja del encuentro de tres deseos que elsujeto se cruza con lo real del cuerpo.

El surgimiento de lo Real, se hace a veces presencia puntiforme en las entrañas de la mujer, y de el individuo se ignoran portador o emisor, entregados totalmente a su placer. “Tres deseos, reunidos por un instante, se hacen carne en un devenir.”
Al mismo tiempo que el sujeto “se encarna”, es víctima de los engaños de lo corporal, es decir de lo temporaly lo espacial. La obra de Doltó tiende a la elucidación de ese vínculo entre el cuerpo y el sujeto, en particular durante los momentos críticos de la primera infancia y su eventual resolución patológica.

F. Doltó no establece diferencias de naturaleza entre el feto, el niño y el adulto, sino que los considera estados sucesivos de una misma ecuación en la vida: sujeto-cuerpo-representaciones.La última crisis es la muerte del individuo, que marca el estallido de ese complejo y se resuelve por la liberación del Sujeto. La muerte no alcanzaría entonces al sujeto, sino al yo. El sujeto de deseo preexiste a la concepción y nada indica que desaparezca con la muerte.

La muerte realiza una especie de misterio simétrico con el del nacimiento. La tensión deseante del sujeto que había hechoencarnarse al sujeto en la concepción, le hace ahora “liberarse” al momento de la muerte.

La muerte es la cesación de los medios de un retorno imaginario al soporte del deseo: la pérdida de la imagen del cuerpo. El último cumplimiento se afirma en la trascendencia del “yo” finalmente libre. Es la muerte, liberadora de la trampa de la imagen del cuerpo y de sus mutaciones.

Lacan describe al“estadio del espejo” como la situación en que el hombre llega a pensar el orden simbólico por estar aferrado en su ser y de una ilusión en él de que lo ha formado a partir de su conciencia que proviene de que es por la vía de una apertura específica de la relación imaginaria con su semejante como pudo entrar en ese orden como sujeto y esta entrada se da mediante el desenhebrado radical de lapalabra. F. Doltó se sitúa por encima de este cuestionamiento, sugiriendo que la concepción ya es la manifestación del deseo de un sujeto, haciendo foco principalmente en el problema del anudamiento del cuerpo del sujeto. Doltó respalda a Lacan cuando éste confiere al estadio del espejo una función estructurarte esencial en los tres registros: imaginario, simbólico y real. No obstante, se separa de él alconsiderar que esta experiencia no es más que la asunción de un proceso comprometido desde la concepción. Para Françoise Doltó, el estadio del espejo es el tiempo de cristalización descripto por Lacan, pero en la prolongación de una dinámica pre-especular.

La autora considera que el hecho de que un niño exista ya es en sí mismo simbólico de una búsqueda del otro, siendo para ella lo relevantede la prueba del espejo el descubrimiento de que “el otro” es en primer lugar “otro cuerpo”: el de su madre.
Cuando el individuo ya es por esencia sujeto, que está inscripto, según la evidencia, en un cuerpo, que ya es presa de sus fantasmas se genera un concepto organizador: el de la imagen inconsciente del cuerpo. Doltó promueve la imagen corporal como matriz de la identidad y señala la...